En un escenario de caídas generalizadas, tanto Cáceres como Badajoz presentarían descensos del 5,3%. Tras ellas se situaría Ciudad Real, con un -5,7% y luego Cuenca que ocupa la cuarta mejor posición junto a Zamora, ambas con un -6,4%. Tras ella, Guadalajara con un -6,5%, Toledo y Soria (-6,7%) y luego Teruel (-7%) y Albacete (-7,4%). Los mejores resultados del país se los anotan las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, ambas con un -4%.
Solo diez provincias habrían registrado caídas de la actividad mayores que la media nacional (11 %), pero su peso en el PIB total de España es aproximadamente de un 33 %. Entre los retrocesos más acusados en el conjunto del año destacan los de Baleares (–27 %) y las provincias canarias de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife (–21 % y –19 %). Les siguen los de Málaga, Gerona y Alicante. Estas seis provincias se caracterizan por que el peso del sector turístico —sobre todo el ligado a la demanda extranjera— en la actividad provincial es especialmente alto (dicho peso se mide como el cociente entre los viajeros recibidos y la población).
Según el autor, el diferente impacto de la pandemia en 2020 ha respondido más a diferencias en la especialización sectorial y a cambios en las decisiones de movilidad de las personas (ya sea voluntarios o impuestos por las restricciones) que a la diferente incidencia de la enfermedad: “el diferente impacto de la pandemia en 2020 ha respondido más a diferencias en la especialización sectorial y a cambios en las decisiones de movilidad de las personas (ya sea voluntarios o impuestos por las restricciones) que a la diferente incidencia de la enfermedad”