La factura de medicamentos supuso durante el pasado año al erario público regional casi 750 millones de euros. Esa cuantía supone que uno de cada diez euros que gastó la Comunidad Autónoma terminó en la industria farmacéutica y en su cadena de distribución. A este dinero hay que sumar el gasto en productos sanitarios fungibles, que en noviembre ya totalizaba otros 176 millones de euros, con lo que esa cuantía se eleva a 1,2 euros de cada 10.
En 2017 la Región se gastará más de 900 millones de euros en fármacos y productos sanitarios
Los datos sitúan a nuestra Comunidad Autónoma como la región en la que más creció el gasto en productos farmacéuticos y sanitarios, un 4,5 por ciento a finales de noviembre, cuando la media autonómica se quedó en el 1,7. Las cifras indican además una fuerte desviación en el gasto en recetas médicas, que se desbocó, lo que obligó a sucesivas modificaciones de crédito para poder atender el pago a las farmacias. A finales de noviembre el crecimiento interanual en medicamentos por recetas era del 7 por ciento.
500 millones se destinaron a las recetas médicas en 2016. A esta cuantía hay que sumar otros 8 millones más que el gobierno paga a los jubilados y otro 0,5 para medicamentos extranjeros
De cara a 2017, el gobierno da por buena esa desviación y las anunciadas medidas para controlar este gasto y volverlo a encauzar se quedan en mero proyecto. El Servicio Público de Salud estima que, durante este año, la factura en recetas de medicamentos ascenderá a 500,12 millones de euros. En esta partida se incluye el reintegro a los jubilados de los gastos en farmacia, que ascienden a 8 millones de euros. En total, el Gobierno tiene previsto gastarse 900 millones en farmacia y material sanitario fungible, lo que, de cumplirse, supondría una reducción de 1 punto. El problema es que en 2016 el gasto real desbordó la previsión inicial del ejecutivo.
Otros 240 millones se gastan en la farmacia de los catorce centros hospitalarios público. De ellos 13 son para retrovirales de la hepatitis C
En cuanto al gasto de farmacia, en los 14 complejos hospitalarios del Servicio Público de Salud de Castilla-La Mancha se gastaron el año pasado en torno a los 240 millones de euros. A falta de los datos oficiales de diciembre, en noviembre se habían superado los 223 millones de euros. La cifra supone una ligera mejora del -1,2 por ciento respecto a 2015, si bien en el conjunto autonómico este porcentaje alcanzó el -5,1. De esos 223 millones de euros contabilizados a falta de un mes para acabar el año, 13 se destinaron a los retrovirales de la hepatitis C. Para 2017, el ejecutivo pretende reducir el gasto en farmacia de los hospitales a 161 millones y calcula que los tratamientos contra la hepatitis C supondrán un coste de 21 millones de euros. Para estos gastos el SESCAM consignó inicialmente 179 millones de euros en 2016. En 2017 el gobierno contempla gastarse 183 millones de euros
En noviembre, el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha se había gastado otro 176,5 millones de euros en otros productos farmacéuticos y material sanitario. Aún así, se produjo el desabastecimiento de algunas vacunas incluidas en el calendario oficial de vacunación, como ha publicado clm21.es.
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