Ese descenso de la cifra de negocios se tradujo en una reducción del resultado neto, que cayó un 78,8%, con un total de 159,8 millones de euros
A pesar del entorno negativo, el sector de la automoción realizó inversiones por un montante próximo a los 2.000 millones de euros, un 31% por debajo del nivel de 2019. En materia de empleo, el sector se aproximó a los 70.000 puestos de trabajo.
La caída de la facturación se trasladó a la generación de ingresos fiscales. En concreto, el sector aportó 25.645 millones de euros, un 16,8% por debajo de 2019. El cierre en negativo del mercado del automóvil condicionado por la pandemia se reflejó en una caída de la recaudación de IVA del 26,8%. Esta figura fiscal supone el grueso de la recaudación tributaria en la adquisición de vehículos nuevos