Las políticas públicas de promoción en Castilla-La Mancha están orientadas a captar la mayor parte de esa tarde de 6.000 millones de euros, en línea con lo desarrollado el año pasado, en el que Castilla-La Mancha recobró buena parte de lo perdido en 2020, lo que se tradujo en una recuperación de buena parte del empleo. Enoturismo, gastronomía y patrimonio material e inmaterial de la humanidad centran la oferta de CLM.
A falta de los datos de cierre del año sobre el gasto de los visitantes en los que se incluirán los de octubre que es el segundo mejor mes de comportamiento turístico en nuestra Comunidad, Los ingresos turísticos en Castilla-La Mancha procedentes de residentes en nuestro país durante los nueve primeros meses alcanzaron los 804,15 millones de euros. La cifra, aunque mejora el registro del mismo periodo de 2020 (732,75 millones) está todavía un 22,7% por debajo de antes de la pandemia, cuando en 2019 se batió el récord de ingresos con 1.040,33 millones de euros. Ese es uno de los objetivos del sector para 2022.
Hay que tener en cuenta que uno de los valores que mide la eficiencia de los destinos turísticos en generación de valor es el del gasto por día. Durante los nueve primeros meses del año pasado el gasto medio por visitante a nuestra Comunidad fue de 130,10 euros, 8,8 euros más que en los nueve primeros meses de 2019. Trasladado al gasto diario por viajero, este fue de 37,45 euros, frente a los 35,85 de dos años antes, es decir, que la eficiencia de los destinos turísticos medida por la generación de valor aumentó un 4,5%.
El big data de Caixabank, a partir del gasto con tarjetas, indican que durante el verano la facturación en TPV de los hoteles de nuestra Comunidad se quedó tan sólo un 3% por debajo de la del mismo periodo de 2019, dando señales de una notable mejoría. La media nacional fue del -16%.
Los analistas de Caixabank Research esperan que la estabilización de la pandemia durante la temporada de primavera y la recuperación del dinamismo en los meses de verano auparán el PIB turístico a un nivel del 82% respecto al de 2019, con un crecimiento del 51% anual. “Si bien las cifras de PIB turístico que esperamos para 2022 serán muy positivas para el sector (se situará en un nivel similar al de 2016), aún esperamos un gap apreciable con el nivel de 2019. Esto se deberá, más allá del difícil inicio del año, a que no esperamos que el turismo de largo rango y de mercados menos tradicionales se recupere a gran velocidad este año”.