El informe remite al anterior estudio sobre “Las cuentas públicas autonómicas en el horizonte post-covid”, publicado en diciembre y en el que dejaba patente que el superávit de las cuentas autonómicas de los últimos ejercicios tiene su fundamento en los fondos extraordinarios Covid de casi 30.000 millones de euros distribuidos en 2020 y 2021 por el gobierno central entre las Comunidades para hacer frente a los gastos extraordinarios de la pandemia en sanidad, educación, movilidad y para compensar la caída de ingresos propios. En su análisis sitúa la desviación en dos puntos de diferencia. En el caso de nuestra Comunidad, estima que, de no haber existido ese fondo extraordinario, en 2020 habría terminado con un déficit del -1,5% en lugar de obtener un superávit del 0,41%. Bien es cierto que esos ingresos extraordinarios fueron destinados a gastos extraordinarios.
El informe publicado ahora sobre las cicatrices del Covid-19 en las cuentas públicas autonómicas, señala que “el gasto COVID -equivalente aproximadamente a dos puntos porcentuales del PIB acumulados en 2020 y 2021-, que se ha cubierto con las inyecciones de fondos provenientes del Gobierno central, se está corrigiendo rápidamente a medida que se supera la pandemia. Sin embargo, el resto del gasto no vinculado a la COVID-19 está mostrando una mayor resistencia al ajuste, y se mantiene en torno al 17% del PIB en el conjunto autonómico (casi un punto y medio porcentual por encima del nivel precrisis) y con una elevada dispersión regional (desde el 13% del Madrid al 24% de Extremadura). Junto a ello, la retirada parcial de los apoyos del Gobierno central hace prever una vuelta de los ingresos a niveles cercanos al alcanzado en 2019. Como consecuencia, la situación financiera de las comunidades empeorará”.
La situación, según el estudio, exige poner el foco en la capacidad de generación de superávit primarios por parte de las comunidades autónomas. “En ausencia de reformas estructurales que afecten al sistema de financiación o que aborden una reducción de la deuda en manos del Estado (que a cierre de 2020 suponía ya casi el 59% del total de la deuda autonómica), las comunidades todavía tienen pendiente deberes importantes que realizar para promover un esfuerzo de reducción del gasto y de consolidación fiscal para garantizar la sostenibilidad de sus cuentas públicas”.