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La energía y la dependencia de las importaciones rebajan el crecimiento de CLM al 3,5% en 2022 y 3,1% en 2023
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La energía y la dependencia de las importaciones rebajan el crecimiento de CLM al 3,5% en 2022 y 3,1% en 2023

  • Todo ello, tras un primer trimestre en el que la Comunidad figuraba en el grupo de regiones con mejor evolución

Por CLM21
martes 26 de abril de 2022, 20:45h
Castilla-La Mancha crecerá un 3,5% este año y un 3,1% el que viene, según las previsiones del Observatorio Regional de BBVA Research, que fija en el 4,1% el incremento del PIB nacional para 2022 y en el 3,3% el de 2023. La entidad apunta a que el menor avance de la economía de nuestra Comunidad tiene su origen en la mayor intensidad del uso de la energía en nuestro PIB y en una mayor dependencia de los productos importados, algo que también sucede en los casos de Aragón, Castilla y León, Cantabria, País Vasco, Galicia, Asturias, Navarra y La Rioja, cuyo crecimiento en el bienio se situará por debajo de la media española. Todo ello después de que la región haya tenido una evolución en el primer trimestre mejor que el último cuarto del año pasado, situando a Castilla-La Mancha y Extremadura en el cuarto puesto de la evolución económica trimestral.

A pesar de que la evolución de nuestra economía será más moderada, generará empleo por encima de la media, con incrementos del 2,6% en 2022 (2,1 en el caso de España) y del 1,9% en 2023 (1,7% media nacional). El informe sitúa a Castilla-La Mancha como la penúltima Comunidad en cuanto al aumento salarial registrado en convenio durante el primer trimestre del año: poco más del 2%.

A pesar de una subida inferior a la media en 2022 y 2023, según el estudio, tomando como base 2019, Castilla-La Mancha será a finales de 2023 la tercera región española con un mayor crecimiento acumulado del PIB por habitante, tras Extremadura y Murcia, fundamentalmente porque la caída de sus economías fue menor durante 2020. En 2023, 13 Comunidades españolas recuperarán el PIB que tenían en 2019.

El informe revisa a la baja las cifras de crecimientos previstas para el conjunto del país. Advierte de que “las políticas públicas van a ser clave para minimizar los efectos de la guerra. La caída del precio de la electricidad será importante. En ausencia de un pacto de rentas, el desigual impacto de la inflación puede hacer que aumente la conflictividad social. Persiste la incertidumbre sobre la inversión ligada al NGEU y el gasto podría filtrarse hacia mayores importaciones ante restricciones de oferta”.

El Observatorio sitúa el precio de la energía como eje que marca las previsiones, porque limita la capacidad de recuperación del sector industrial y afecta también al agroalimentario (clave en la estructura económica de nuestra Comunidad) y a la construcción. El encarecimiento del petróleo impacta en más de 1,1 puntos negativos en el crecimiento de la economía castellano-manchega.

Los datos de consumo apuntan a un menor dinamismo del gasto de los hogares en el primer trimestre del año. Las comunidades del centro-sur se ven más afectadas (menor ahorro acumulado, más sensibilidad a la incertidumbre por la elevada tasa de paro): Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y una fuerte corrección en Canarias.

El estudio apunta a que hasta el momento el impacto en la actividad económica parece limitado. En el caso del turismo, los datos apuntan a un fuerte dinamismo en Semana Santa, en la que “el gasto realizado por residentes venidos de otras provincias superó en más de un 20% el de 2019, destacando como destinos Canarias, Castilla-La Mancha y Andalucía”. No es el único dato positivo hasta la fecha y la mayoría de los indicadores se mantienen fuertes y así lo refleja el informe sobre la evolución en el primer trimestre, en el que el crecimiento de la economía castellano-manchega se aproximaría al 2% y habría superado a la del cuarto trimestre de 2021.

En cuanto a la deuda, el Observatorio advierte de que su elevado nivel en algunas Comunidades plantea el reto de su sostenibilidad. Castilla-La Mancha figura en el grupo de regiones con mayor carga financiera en relación con su PIB. De hecho, en los dos últimos años, el Ejecutivo regional ha llevado a cabo un proceso de renegociación y cambio estructural de su pasivo, en el que ha mejorado las condiciones y rebajado los intereses.

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