Castilla-La Mancha tiene un índice de apertura al comercio internacional del 49,3%, seis puntos y medio por debajo de la media nacional, si bien desde 2010 la economía regional ha avanzado más de 27 puntos. Este índice se calcula en función de las compras y ventas exteriores en comparación al PIB. No obstante, ese grado de apertura es mayor, ya que no se contabiliza el comercio que se canaliza a través de empresas de otras Comunidades, como sucede con parte del aceite producido en nuestra región y que comercializan empresas de Cataluña.
En cuanto a la cuota exportadora por regiones, Castilla-La Mancha ocupa el puesto undécimo en el “ranking”, si bien el estudio observa que nuestra comunidad ha moderado su crecimiento en comparación con el año 2021, cuando fue la cuarta autonomía con mayor crecimiento, y ahora se sitúa por debajo de la media.
Respecto al comportamiento en 2023, y a partir de los datos del primer trimestre, el estudio apunta a que Castilla-La Mancha mantiene un ritmo estable de crecimiento de sus exportaciones, pero todavía siete puntos porcentuales por debajo de la media nacional. Las previsiones es que nuestra Comunidad alcance este año los 11.040 millones de € (10.207 millones en 2022), con un incremento del 7,5%. Por otro lado, se prevé que para el conjunto de España las exportaciones se sitúen en los 435.700 millones, con un aumento del 11,9%.
No obstante, el estudio contempla un fuerte repunte de las importaciones (16,1%) hasta los 17.000 millones, lo que anticipa un mayor deterioro de nuestra balanza comercial, que cerrará con un déficit de 5.960 millones de euros, un 36,6% más que en 2022.
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