A preguntas de los medios, Fernández ha indicado que este extremo "hace que sea incompatible" esa práctica con el derecho a la objeción de conciencia por parte de los profesionales de la medicina.
"A las mujeres hay que protegerlas de cualquier polémica, quizá merezca la pena reflexionar un poco sobre un tema tan delicado, porque un derecho se tiene que ejercer con garantías e intimidad", ha apuntado la consejera.