El departamento que dirige Martínez Arroyo ha sido el que, sobre el papel, ha sufrido más modificaciones en sus previsiones de gastos. Ha incrementado los fondos para suministros en 12,34 millones, 23 en subvenciones. En cambio, la Consejería llevará a cabo menos inversiones productivas por valor de más de 6,49 millones de euros y concederá menos ayudas a las inversiones. En concreto serán 11 millones menos, de los que 8 se detraen de las partidas previstas para ayudar a las inversiones de agricultores y ganaderos.
En total, el Gobierno ha aumentado en globalmente en casi 12 millones de euros el capítulo para compra de bienes corrientes y servicios. Las subvenciones para gastos corrientes en el nuevo presupuesto suben 25,72 millones de euros, 5 van a ayuntamientos, casi 14 a empresas y 6,5 a instituciones y familias sin fin de lucro.
Los capítulos que, en cambio, el gobierno ha reducido son los destinados a las inversiones productivas, de los que ha recortado 6,36 millones en inversiones propias y 8 millones en ayudas a las inversiones del sector privado, que ahora se cifran en 231 millones de euros, frente a los 239 del proyecto anterior.