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La información del Gobierno, en cuarentena
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La información del Gobierno, en cuarentena

jueves 28 de septiembre de 2017, 22:04h

Anda el gobierno regional con dos obsesiones: la mala malísima y el bueno buenísimo. Y, oye, esto se ha convertido en algo patológico. Hasta el punto de que los medios tengamos que poner la información que nos venden vía comunicados y notas oficiales en cuarentena y poda. La poda para desbrozar adjetivos y dejar la información en los hechos. La cuarentena para comprobar si los datos que ofrece son veraces.

En una semana, el gobierno ha tratado de colar datos malos al menos en dos ocasiones, datos que no se corresponden con la realidad, a modo de virus que se propaga por la red. El primero fue sobre tema social: la dependencia. El segundo, de carácter económico: el déficit. Oye y puede ser un error, que hasta el mejor escribano echa un borrón. Pero no es la primera ocasión. El gobierno juega con las prisas de los medios, con la falta de personal suficiente en las redacciones. Confía en el corta y pega. Y ya está, el virus corre por las redacciones y por las redes.

No era cierto el dato de la lista de espera de la dependencia. En la que dieron a los medios metieron la tijera y redujeron más de 1.200 personas para presentar la imagen de una evolución positiva. El proceder denota que son conscientes de que la cosa no va tan bien como sería deseable y el bueno buenísimo no responde a los compromisos adquiridos y no es ni tan buenísimo ni tan bueno y su predecesora tampoco es la madrastra.

El hecho -al margen de la disputa política- es que en Castilla-La Mancha hay 13.477 dependientes sin atender. El gobierno regional les ha reconocido que tienen derecho a una prestación, pero el gobierno regional no se la da. Lo grave es que 11 de cada 100 grandes dependientes y dependientes severos no reciben la atención de la Junta de Comunidades.

Habían hecho algo parecido unos días antes con las listas de espera de Sanidad. Claro que, en el tema de los dependientes, el presidente organizó tiempo atrás un Consejo de Gobierno abierto con la presencia de la Plataforma de la Dependencia de Castilla-La Mancha -fotos, televisión, saludos, abrazos, parabienes-. Tiempo después y con los datos del revés empezaron los toques de aviso de la Plataforma. Y afloró la soberbia del gobernante débil y se inició caza y vilipendiado de los que fueron invitados a ese Consejo.

El miércoles por la tarde llego la nota sobre la evolución del déficit. Traducido a lenguaje de economía familiar, lo que el gobierno ha gastado por encima de lo que ha ingresado. El gobierno ha gastado 121 millones más de lo ingresado a 31 de julio. El dato es peor que el de hace un año, son 16 millones más. Y va el gobierno y dice que es mejor, que el año pasado el déficit era de 145 millones. Los datos oficiales actualizados dicen que eran 105. Pero el gobierno manda el virus “Castilla-La Mancha reduce un 16 por ciento el déficit en un año”. El dato oficial es que no lo ha reducido, lo ha aumentado un 15 por ciento, pero el virus ya se ha propagado.

El gobierno regional no había reservado el ordenador ni refrescado la página de datos a la que hace referencia en su nota, la de la Intervención General del Estado, del Ministerio de Hacienda. Y por eso va y dice que “En el ejercicio de 2016, el primero completo del Gobierno de Emiliano García-Page, Castilla-La Mancha cumplió por primera vez con el objetivo de déficit, el de deuda pública y con la regla de gasto”.

Los datos actualizados dicen que el gobierno incumplió el objetivo de déficit en 2016, lo mismo que había hecho en 2015. Que en 2016 alcanzó el 0,82 por ciento del PIB, 313 millones, y no el 0,72 (275 millones) como inicialmente se había adelantado en abril.

Ha sido la semana de Cataluña y en el ojo del huracán el vicepresidente segundo del Gobierno y responsable nacional de Podemos para asuntos autonómicos José García Molina. Su reunión con Junqueras fue un disparo a su socio de gobierno. Y poco después, alguien -vista a la izquierda- desliza en un medio de comunicación lo de una omisión del vicepresidente en su declaración de bienes, rentas y actividades.

No era el momento de la reunión, máxime a unos días que anticipan un agravamiento de la fractura social y de convivencia. García Molina cometió un grave error. Atentos al periodo que va del 1 al 6. La fractura va a ser total. Lo de la omisión en su declaración lo tuvo que explicar este profesor que lo es y que ejerce. El virus ya está en la red.

Mañana hay primarias en el PSOE-PSCM, que van a demostrar que García-Page no concita la unanimidad en sus filas. Está por ver el grado de la fractura en el socialismo regional. Los que miden en números hablan desde un 80% a 20% hasta un 60% a 40%. No es una cuestión de números, es una cuestión de liderazgo, es una cuestión de manera de ver el partido, el socialismo y a la sociedad.
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