Esa obsesión se ha vuelto enfermiza. En la última semana hasta paranoide. La culpa, la publicación del dato que revela que el gobierno de Castilla-La Mancha incumplió el objetivo del déficit en 2016, tras llevarse a cabo la revisión definitiva de la contabilidad regional.
Que sí, que ya había dicho el Ministerio que la región cumplía. Pero eso fue la componenda en la que estaba también el gobierno de aquí. Había que presentar los datos en Bruselas y oye, pues si hay que cumplir se cumple. Pasado ese trámite, las cifras son las que son y Castilla-la Mancha cerró 2016 con un déficit de 313 millones de euros, el 0,82 por ciento de su PIB y no el 0,72% que se contabilizó provisionalmente para Bruselas. Y todo ello a pesar de que “Mister No”, el consejero de Hacienda, -que suaviza los recortes que impone a los consejeros con una broma- se había empleado a fondo para evitarlo. Pero al final, a pesar de que se recortaron 645 millones en gastos en servicios públicos, el déficit se fue. El año de la última década en la que menos dinero ha gastado un gobierno castellano-manchego, y el déficit sin cumplir.
Fue publicarlo clm21.es y comenzaron las críticas al ejecutivo. En esto salen varios indicadores oficiales que dan idea de la situación financiera de la Junta. El Banco de España publica los datos de la deuda pública (deuda financiera) y el Ministerio de Hacienda los referidos a la otra deuda, la no financiera (comercial y subvenciones) y al tiempo que tarda en pagar las facturas la Junta.
En el tema de la deuda financiera, emitió un comunicado digno de estudio. Tanta explicación daba el comunicado para tratar de decir lo bien que estamos, que se olvidó decir qué deuda había (14.260 millones de euros) y que eran 155 millones más que a finales del año pasado y 1.122 más que cuando el actual gobierno asumió el poder. Lo demás vale para el guión de un monólogo de Woody Allen o para el Camarote de los hermanos Marx.
La segunda fue con la deuda no financiera, la compuesta por las facturas que se debe a los proveedores y las obligaciones reconocidas con ayuntamientos, empresas y familias e instituciones sin fin de lucro. El informe recoge también los periodos medio de pago. El gobierno olvidó recoger en su comunicado la primera parte del informe, la que dice que a finales de julio debía en facturas a sus proveedores 155,3 millones de euros y en subvenciones 112 millones. Lo del Periodo Medio de Pago a proveedores es todo un tratado de selección de variables más beneficiosas.
En ambos comunicados oficiales, el de la deuda financiera y el de la no financiera, se incluye una conclusión oficial. “El Gobierno de Emiliano García-Page está desde el inicio de la legislatura manteniendo unas finanzas públicas saneadas”, dice el comunicado sobre la deuda financiera (cuyo dato no facilita) “El Ejecutivo castellano-manchego quiere hacer partícipes a los ciudadanos del saneamiento de las finanzas públicas durante esta legislatura” dice en el de la deuda no financiera (cuyo dato no incluye).
Pues vale, justificación no pedida, culpa manifiesta. Por cierto, se olvidaron de hacer la comparativa de cómo están ingresando y gastando todas las Comunidades Autónomas. A lo mejor es que como estas finanzas castellano-manchegas son tan saneadas no les sienta nada bien que la Comunidad haya ingresado 10 puntos menos que la media nacional (2,3 puntos menos en el caso de los no financieros). Aquí ni tan siquiera hay comunicado.
Y el liderazgo al 70%
Y en materia de primarias alguien dio la consigna: Emiliano arrasa. Y el titular coló. García-Page, el presidente, el dos veces alcalde de la capital, el muchos años consejero, el líder indiscutible, ganó a un tal Blanco por un 70% a un 30%. El espontáneo se tiró al ruedo tres semanas antes, apoyado supuestamente por el oficialismo de Madrid. El maletilla toreó contra el poder regional, el del partido y el del diario oficial y los presupuestos. Y cuajó faena. Porque faena es que el líder se quedara en Albacete y Guadalajara más cerca del 60 a 40 que del 70 a 30. Para hacérselo mirar. Y tras la fatiga, viaje a Finlandia.