Así, el Boletín trimestral de empleo de las pymes correspondiente al tercer trimestre de 2023, presentado por CEPYME y Randstad Research, ya deja ver que está produciéndose destrucción de trabajo en las empresas con menor dimensión como conciencia de la situación que arrastra el tejido empresarial en los últimos años.
Son las microempresas las que primero notan estos efectos, pues son las más débiles ante un escenario de inflación generalizada, encarecimiento de la financiación, aumento de costes laborales y aprobación de nuevas obligaciones y cargas normativas que suponen un mayor esfuerzo burocrático.
Con estos condicionantes, las empresas de hasta nueve trabajadores registran tasas negativas de creación de empleo en el segundo y tercer trimestre del año pasado, -0,9% y -0,1% respectivamente, porque son más sensibles a la desaceleración y entorno económico más adverso.
Otro dato negativo es que en septiembre de 2023 recoge este estudio que hay en España 20.625 microempresas menos que en el año 2019, antes de la pandemia.
Cambiar políticas
Con el fin de cambiar estos datos, CEOE CEPYME cuenca pide que se sigan las recetas marcadas por CEPYME cuando defiende que es urente poner fin a la política de costes y caras que recaen sobre las empresas y pide salvaguardar la flexibilidad interna de las mismas.
Defienden que el patrón de crecimiento de la economía está sustentando en un incremento del gasto público que es del 3,8% en 2023, frente a solo un 0,6% de aumento de la inversión en capital fijo.
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