Estos datos se desprenden del estudio sobre esfuerzo económico de los hogares españoles realizado por la Fundación Funcas y que determina el esfuerzo que deben realizar para pagar el agua de uso doméstico los ciudadanos de las capitales de provincia, ciudades autónomas y las de más de 100.000 habitantes.
En Castilla-La Mancha, el informe revela que la mitad norte de la Comunidad (Toledo, Cuenca y Guadalajara) disfruta de precios por debajo de la media nacional, que se sitúa en los 100 puntos (62 puntos, 93,3 puntos y 58,9 puntos menos respectivamente. En cambio, Ciudad Real y Albacete registran valores superiores a la media (100,2 puntos y 128,4 puntos respectivamente).
En el caso de Albacete, el elevado coste de los recursos hídricos puede deberse a la cercanía a Murcia, que ostenta el precio más elevado del agua de toda España, siendo este 247,4 puntos superior a la media en la capital.
Por otro lado, el estudio determina que, pese a las voces críticas que abogan por la remunicipalización del servicio, no existe una correlación directa entre el tipo de gestión del agua y el precio de la factura, ya que tanto las ciudades más caras como las más baratas responden a un modelo de gestión indirecta.
Sí influyen en la factura del agua los costes asociados a la explotación de los recursos hídricos. Dentro de estos hay factores naturales que determinan el incremento del precio, como es la escasez o abundancia de agua y el origen (subterráneo o superficial) de la misma.
También están los costes derivados del escenario de actuación y la calidad de servicio, como son el volumen de población, su crecimiento y su distribución geográfica.
Por último, la el esfuerzo económico que los hogares deben realizar para acceder al agua depende también de factores políticos y de gestión. Aquí el informe Funcas señala que, por ejemplo, “en ocasiones se observa cómo en algunas ciudades se aplican precios más bajos atendiendo a criterios de eficiencia para cumplir objetivos éticos y sociales”.
Composición de la factura del agua en las capitales de provincia
Pese a las diferencias de precio en función de la disposición geográfica de cada una de las capitales de provincia de Castilla-La Mancha, ninguna factura de agua conlleva cánones autonómicos y locales. Impera también el sistema de gestión indirecta independientemente del precio del agua, salvo Cuenca.
La ausencia de gravámenes locales y autonómicos rompe con la tónica general del país, donde la media de las principales ciudades indica que el 30% del importe de la factura se dedica a pagar esta clase de impuestos.
El agua en Albacete está gestionada indirectamente, siendo el 71,55% de la factura por abastecimiento y el 28,45 por gastos de depuración y saneamiento, sin gravamen.
En Ciudad Real las condiciones son casi similares, con una pequeña diferencia de porcentajes: el 78,26% corresponde a abastecimiento y el 21,73 restante a depuración y saneamiento.
Cuenca es la única ciudad de las cinco capitales de provincia de la región que responde a un modelo de gestión municipal directa del suministro de agua. También es el único municipio en el que el principal importe de la factura se corresponde con el saneamiento y depuración (51,99%), el 48,01% de la factura proviene del abastecimiento. La factura no soporta impuestos locales o autonómicos.
La gestión del agua en Guadalajara es indirecta y el 52,6% del importe de la factura es por el abastecimiento, mientras que el 47,7% restante es por depuración y saneamiento. Al igual que el resto, no conlleva cánones locales y autonómicos.
En Toledo, con un modelo de gestión indirecta, el 86,98% de la tarifa se corresponde con el abastecimiento. El 13,04 restante al saneamiento y depuración de los recursos hídricos. La factura del agua de los toledanos no está gravada con cánones autonómicos o locales.