De esta forma, Bankia pretende incentivar las salidas voluntarias de los empleados, quienes seguirán percibiendo un porcentaje aún por determinar de salario bruto hasta los 61 años y seguirán cotizando mediante convenio a la Seguridad Social hasta los 63.
La entidad planea la eliminación de 2.510 puestos de trabajo en 2018. En Castilla-La Mancha, Bankia cuenta con 93 oficinas, que se verán afectadas por el ERE que la entidad planea llevar a acabo en el próximo año. Así, cuenta con más de 300 trabajadores de la entidad en la región, repartidos entre las 41 oficinas de Ciudad Real, las 6 de Cuenca, 5 de Guadalajara, 28 de Toledo y las 13 de Albacete. Por el contrario, BMN no cuenta con ninguna oficina en Castilla-La Mancha.
En total, la entidad quiere recortar el 14% de la plantilla conjunta de 17.700 empleados, con el fin de evitar duplicidades, en un proceso similar al que está desarrollando el Banco Santander tras la compra de Popular. Según han informado fuentes de la entidad, el ajuste afectará a 1.118 trabajadores de la red de oficinas, 817 de los servicios centrales, alrededor de unos 400 empleados en excedencia y 200 "como consecuencia de la digitalización del banco".
No obstante, los sindicatos de Bankia y BMN consideran las pretensiones de la entidad demasiado elevadas y ya en diciembre calificaron la propuesta de “drástico recorte de la plantilla”. Recientemente, los principales sindicatos del proceso han puesto sobre la mesa una reducción del recorte de plantilla, que rondaría la salida de 1.800 empleados de ambas entidades, ya que los representantes de la plantilla consideran que hay áreas “donde no se justifican de ninguna manera los despidos”.
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