El nuevo escenario de negociación sobre la subida salarial de los empleados públicos para 2018 tendrá su impacto en las cuentas públicas del Gobierno regional. Según trascendió tras la reunión celebrada ayer entre el presidente de CSIF, Miguel Borra, y el ministro de Hacienda, el gobierno ha ofrecido una subida salarial entre el 5,25 y el 8 por ciento en tres años, con una parte vinculada al PIB. Inicialmente el tramo fijo estaría en el 1,5% para 2018, 1,75% para 2019 y el 2% para 2020.
Este nuevo escenario puede elevar en medio punto adicional la revalorización salarial de los empleados públicos, lo que supondría que la subida salarial quedaría en el 2% en lugar del 1,5% contemplada en los presupuestos generales de la Junta de Comunidades y que recogía las previsiones de partida manejadas por el Ministerio en julio, cuando elaboró el anteproyecto de ley cuyo trámite quedó paralizado por la crisis catalana, al no contar el ejecutivo nacional con los votos del PNV para sacarlo adelante.
En su agenda legislativa, el gobierno central contempla la presentación de los Presupuestos generales en el mes de marzo. Hasta entonces, los sindicatos ya han anunciado que tratarán de modificar al alza las pretensiones del gobierno.
En cualquier caso, si no sufrieran variación y finalmente la subida para 2018 fuera del 2% en lugar del 1,5%, el impacto en las cuentas públicas de Castilla-La Mancha sería aproximadamente de 15 millones de euros que, de abonarse en el ejercicio, debería modificar otras partidas del gasto.
El escenario de recuperación salarial que está sobre la mesa y que es de mínimos tendrá un fuerte impacto en las cuentas públicas de Castilla-La Mancha en los dos próximos años, ya que según los anuncios del gobierno autonómico su previsión es incrementar el de personal de la Junta en más de 11.000 personas hasta final de legislatura.
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