De esta forma, mientras el índice nacional alcanzó en 2017 los 113,15 puntos, Castilla-La Mancha se situó al final del año en 100,9 puntos, tras retroceder un 0,7% en el cuarto trimestre.
Mientras un total de 11 comunidades autónomas presentan tasas trimestrales positivas en el cuarto trimestre de 2017, Extremadura (-1,3%), Región de Murcia (-0,8%) y Castilla-La Mancha (–0,7%) registran las mayores bajadas en sus tasas trimestrales y por tanto un mayor estancamiento de los precios del sector de la vivienda.
Por el contrario, los mayores incrementos respecto al trimestre anterior se producen en Canarias, Cataluña y La Rioja, con subidas del 2,1%, 1,4% y 1,4%, respectivamente.
La leve subida de los precios de la vivienda en la región se debe a una variación moderada en el precio de la vivienda de segunda mano, que apenas varió un 0,2% en el total del año, lo que amortigua una subida mayor del precio de la vivienda nueva, que experimentó un incremento anual de los precios del 1,6%.
Con respecto al tercer trimestre de 2017, las viviendas nuevas cayeron un 1,1 puntos y la vivienda de segunda mano retrocedió 0,6 puntos.