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Los problemas de tesorería tensionan las cuentas públicas del gobierno regional
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Los problemas de tesorería tensionan las cuentas públicas del gobierno regional

miércoles 02 de mayo de 2018, 23:20h

A finales de febrero el déficit de Castilla-La Mancha era el segundo mayor de España. Con 93 millones de euros, un 0,22% del PIB, superaba la mitad del límite establecido para todo el año, que es del 0,4%. El dato, muy elevado, ha sorprendido porque el saldo presupuestario era de superávit de 53,3 millones, que tras aplicarse los criterios de contabilidad nacional por la Intervención del Estado se ha convertido en un déficit de 93 millones, lo que indica un deterioro subyacente de las cuentas públicas que permanecía invisible en los documentos oficiales de ejecución presupuestaria. Ese deterioro se debería a la elevada deuda que tiene con acreedores y que no ha sido aplicada al documento presupuestario.

El saldo presupuestario positivo de 53,3 millones se convierte en un elevado déficit de 93 millones tras la aplicación a la contabilidad de las facturas sin pagar

El gobierno, en nota informativa en positivo, destaca que “según los datos oficiales del Ministerio el déficit de Castilla-La Mancha al finalizar febrero ascendía a 93 millones de euros, lo que supone que lo ha reducido un 23 por ciento con respecto al año pasado, dado que en eso mismo mes esta cifra en la región ascendía a 121 millones de euros”.

El gobierno silencia varios elementos claves que llaman a la preocupación. El primero es que el año pasado, al igual que en el anterior, incumplió el objetivo de déficit con límites más altos. De hecho, el límite ha pasado del 0,6% del PIB en 2017 al 0,4%, lo que implica una reducción del límite del 33%, mientras que el Ejecutivo se siente satisfecho con haber reducido el déficit en febrero en un 23% respecto al año pasado. Otro elemento es que el año pasado el gobierno en febrero había alcanzado el 0,3% de déficit, exactamente la mitad del límite establecido para todos el año (50%). En 2018 el gobierno del presidente García-Page, con un 0,22%, ya había alcanzado en febrero el 55%.

Pero siendo esta una cuestión relevante de cara a la consecución o no del objetivo a final del año, lo que más ha sorprendido es que con saldo presupuestario (diferencia de ingresos y gastos) en los documentos oficiales del propio gobierno regional de un superávit 53,3 millones de euros, la aplicación de los criterios de contabilidad regional haya transformado ese supuesto buen estado de las finanzas en un grave deterioro, con las segundas peores cuentas públicas de los gobiernos autonómicos.

La Junta tenía en febrero 336 millones de deuda no financiera, 163 procedentes de 2017

Dando por sentado que no existen errores en el documento de ejecución presupuestaria que el Gobierno regional cuelga en el Portal de Transparencia, el deterioro de las finanzas públicas es más elevado y trata de ser ocultado en la información oficial del ejecutivo. De hecho, la Intervención General del Estado calcula el déficit o superávit de las administraciones públicas españolas a partir del saldo presupuestario (diferencia de ingresos y gastos), que corrige contemplando algunos elementos que subyacen en las cuentas públicas y que no aparecen en el saldo presupuestario.

El principal elemento corrector es la aplicación de los saldos de la cuenta 413/409 y otras similares. La cuenta denominada “Acreedores por operaciones pendientes de aplicar a presupuesto” recoge las facturas pendientes de pago que tiene la Comunidad Autónoma. El uso y la existencia de esa cuenta han sido cuestionados por el Tribunal de Cuentas y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal se ha pronunciado exigiendo mayor control sobre este tipo de cuentas.

A finales de febrero, como ya informó clm21.es, el gobierno tenía una deuda no financiera de 336,23 millones de euros, de los que 163 procedía de años anteriores, fundamentalmente de 2017.

El Gobierno regional trata de responsabilizar de los impagos a una falta de liquidez de la que acusa al Ministerio y así en la nota oficial señala que “…el Gobierno de Mariano Rajoy ha congelado las entregas a cuenta para 2018 hasta que no se aprueben los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para este año, lo que supone que la región cuenta con unos 200 millones de euros menos de lo previsto”.

La Junta presenta las segundas finanzas autonómicas más deterioradas

Aún siendo cierto que la prórroga presupuestaria obliga a remitir el mismo dinero que el año anterior (por tanto no se puede llevar a cabo la subida hasta que se aprueben los nuevos presupuestos), buena parte del saldo acreedor de la Junta son facturas sin pagar de 2017 y deberían haber sido abonadas con fondos de 2017. Asimismo, el ejecutivo autonómico no duda en señalar que ha mejorado un 23% el déficit respecto a febrero año pasado, cuando en esa fecha también existía una prórroga presupuestaria. De hecho, los presupuestos del Estado del año pasado fueron aprobados en el mes de junio.

Las otras regiones que se ven afectadas por el sistema de entregas a cuenta (todas salvo País Vasco y Navarra) presentan unas cuentas mucho más saneadas que las de Castilla-La Mancha. De hecho, seis de ellas además de País Vasco y Navarra, están en superávit. En su conjunto, las 17 Comunidades presentan un déficit del 0,05%

Otro elemento que se aplica para corregir el saldo presupuestario tanto al alza como a la baja es el estado de las cuentas de otras unidades consideradas administración pública, como es el caso de las empresas inversoras, y otras del sector público regional como la radio y la televisión de Castilla-La Mancha. También computan otras partidas como la de intereses devengados, reasignación de operaciones, los ingresos inciertos (reducción de ingresos) y compromisos de inejecución presupuestaria (reducción del gasto).

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