A final del primer cuatrimestre el ejecutivo del presidente García-Page había ingresado 1.815,14 millones de euros y había reconocido gasto por valor de 1.991,02 millones. Estos datos suponen que, mientras los ingresos se han incrementado un 3,69% respecto al año pasado (64,5 millones de euros), los gastos han crecido un 8,33% (153 millones de euros). Se da la circunstancia que tanto el año pasado como el actual no estaban aprobados los Presupuestos Generales del Estado y, por tanto, las entregas de dinero a cuenta que debería transferir el Ministerio a la Comunidad no alcanzaban las cifras previstas por el ejecutivo regional.
Con ese entorno homogéneo, los datos de 2018 indican que el ejecutivo ha recaudado en los cuatro primeros meses del año el 24,87% de los fondos no financieros previstos para todo el año. En 2017, el porcentaje era del 26,16% y en 2016 del 29,19%, lo que refleja una caída del ritmo de ingresos respecto a las previsiones previstas por el propio gobierno.
En cuanto a los gastos, en el primer cuatrimestre del año el ejecutivo ha ejecutado el 26,16% de lo contemplado en la ley, un porcentaje ligeramente más alto que el año pasado donde se alcanzó el 25,84% y más bajo que en 2016, en el que ya se había ejecutado el 26,41% del gasto.
Como ya señaló clm21.es, el ejecutivo autonómico informó al Ministerio de que este año dejará de gastar 128 millones de euros de lo aprobado por las Cortes (7.609 millones), un recorte en servicios públicos con el que tratar de equilibrar las cuentas, por lo que dejaría el gasto no financiero por debajo de los 7.500 millones.
Los incumplimientos del déficit y de la regla del gasto y el fuerte endeudamiento mantienen las cuentas públicas de Castilla-La Mancha en una fuerte debilidad y en un riesgo muy alto para la sostenibilidad financiera de la Comunidad.
Los reiterados incumplimientos por parte del gobierno regional de la disciplina fiscal complican que nuestra región pueda beneficiarse de una quita y una demora en el pago de la deuda. Esta medida se baraja como un paso previo al nuevo modelo de financiación autonómica, que se da por hecho que verá la luz tras las elecciones. El Ministerio contempla aplicar ese beneficio a aquellas regiones que cumplan con los compromisos establecidos, para tratar de inyectar fondos a las comunidades cumplidoras.
La medida sería muy positiva para las cuentas de Castilla-La Mancha, que es la segunda región con mayor deuda en función de su riqueza. Hay que tener en cuenta que este año la región deberá abonar 214 millones de euros en gastos financieros, más hacer frente al vencimiento de créditos y valores por un nominal de 1.606 millones de euros. Para ello y para cubrir el déficit que se genere este año, el gobierno regional tiene previsto acudir a firmar créditos por importe de 1.915 millones de euros.
Siendo pues una de las regiones más necesitadas de que el ejecutivo lleve a cabo esa quita de deuda, todo apunta a que el Ministerio exija a nuestra Comunidad que adopte las medidas correctivas necesarias con cargo al presupuesto de este año.
La Junta opera en 2018 con un presupuesto anual. En abril de 2016 y de 2017 el ejecutivo autonómico gestionaba un presupuesto prorrogado.
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