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El presidente hace dejación de la defensa de Castilla-La Mancha y de una financiación justa
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(Foto: José Ramón Márquez // JCCM)

El presidente hace dejación de la defensa de Castilla-La Mancha y de una financiación justa

jueves 02 de agosto de 2018, 21:33h
Cada día que pasa sin que el gobierno apruebe un nuevo sistema de financiación autonómica, Castilla-La Mancha pierde 3 millones de euros. Y la financiación no llega y el presidente Emiliano García-Page ha abandonado la defensa de esta Comunidad y la reivindicación de una financiación más justa para garantizarse su continuidad en política.
Lo de los 3 millones lo había calculado su departamento de Hacienda hace seis meses, cuando hacía falta munición contra Rajoy. Y esa pérdida es cierta. Es cierto que Castilla-La Mancha está infradotada. Y a estas alturas, da lo mismo que el modelo de financiación lo aprobaran los gobiernos regional y nacional del PSOE en el año 2009 o quien fuera. La política se hace con dinero, los servicios públicos se prestan con dinero y Castilla-La Mancha sigue sin tener el suficiente y justo para poder prestar adecuadamente los servicios públicos.

Las consecuencias inmediatas son que las finanzas regionales se deterioran a paso agigantados, se acumula el mayor déficit, se incumple la regla del gasto y se gestiona tarde mal y nunca (aunque en esto último también tiene que ver la falta de capacidad de algunos consejeros y sus equipos). Luego vendrá el aparato de propaganda, la falsedad en las listas de espera, en los datos económicos y financieros (contrastados oficialmente)… Todo con tal de decir que vamos mejor, que no se hacen recortes, que los recortes los hizo otra.

Y mira, no. Los recortes siguen, a pesar de que hay más dinero que antes. La prueba del nueve la ha hecho el propio gobierno de España esta semana. Va y reúne a todos los consejeros de Educación y les dice que a partir del año que viene los recortes se acabaron, que tienen que reducir el número de alumnos por aulas y de horas lectivas de los profesores y agilizar las contrataciones de los sustitutos, que no puede ser que se hagan pasados diez días de baja. Y les dice que lo tienen que hacer con sus fondos, que el Ministerio no va a costear eso. Y claro, uno se pregunta por qué ha tenido que esperar Pedro Sánchez a llegar al gobierno para tomar esa decisión. La podía haber tomado hace tres años en las Comunidades gobernadas por el PSOE y haber acabado con los recortes y con ese sufrimiento tres años antes.

La cosa cuesta no menos de 40 millones anuales a Castilla-La Mancha, la única Comunidad que hasta este año seguía despidiendo a los profesores interinos los veranos para ahorrarse un dinero que no tenía. El gobierno, que ha dejado de reclamar esa financiación de 3 millones más al día, va y se traga la decisión, consciente de que hay unas elecciones por medio y que la cosa la hará tarde, mal y nunca y cuando se sepa ya habremos pasado por las urnas. Al menos el consejero de Educación, Ángel Felpeto, fue sincero y honesto cuando clm21.es le preguntó que si esa reversión, ese acabar con los recortes, lo tenían que hacer las Comunidades con sus presupuestos, ¿por qué se había tardado tres años? ¿por qué no se había hecho antes? “No lo podemos asumir de una sola vez desde el punto de vista financiero. Debemos hacerlo progresivamente. Podemos hacerlo progresivamente. Y ya habíamos empezado”.

Vamos, que no hay dinero, esa falta es la madre de todos los recortes, también en este gobierno que los oculta con un aparato de propaganda, que no duda en recurrir a las noticias falsas. El problema es que este gobierno se reivindica a base de criticar al anterior en vez de defender lo que realmente hace. Y es que en eso de hacer deja bastante que desear.

Es cierto que hay cosas que da lo mismo que se hagan en enero que en junio o septiembre. Pero hay otras urgentes y otras que tienen fecha de caducidad. Vayan algunos ejemplos. Si la maleza del monte no se limpia en marzo y abril, el riesgo de incendios va a ser exponencialmente mayor en verano que si se hace el desbroce. Por lo tanto esa actividad tiene fecha de caducidad, tiene que estar gestionada en marzo; en septiembre ya no sirve de nada.

Las medidas de emergencia social, de vivienda, de rentas garantizadas, de planes de empleo para contratación temporal de parados tienen fecha de urgencia. Y en este caso tampoco da lo mismo gastarse el dinero en enero que en octubre. Al menos a los más necesitados, a los excluidos, a los que necesitan de ese dinero para subsistir no les da lo mismo. Si alguien se asoma a los pagos que lleva hechos el gobierno en esas urgencias es para echarse a llorar, a 4 de julio, transcurrido más de medio año lo que ha pagado el gobierno no llega al 15,5% del dinero que tiene todo el año. Y eso que para el gobierno es prioritario, que es lo esencial.

Y uno se pregunta ¿cómo es posible que a finales de junio el déficit presupuestario fuera de casi 400 millones de euros con una gestión lenta, muy lenta, que denota incapacidad? Pues la cosa viene por los ingresos. A principios de año, el gobierno dice voy a tener estos millones y con todo este dinero voy a hacer todas estas cosas. El problema es que eso es falso, el gobierno sabe que no va a tener todos esos millones y por tanto no va a poder hacer todas esas cosas. Luego influye también el ritmo de los ingresos y por tanto en el pago de las facturas a proveedores. Y a partir de septiembre mete la tijera en algunas partidas del gasto para tratar de cuadrar los números, a sabiendas que algunas de las partidas con fecha de caducidad (léase planes de contratación temporal) se van a hacer, tarde pero se van a hacer. Y es que manda narices oír a la consejera de Economía, Empresas y Empleo presentar como algo positivo, como una buena acción de gobierno, que el Ejecutivo apruebe el 31 de julio la puesta en marcha de la contratación de los planes de empleo que van a beneficiar a más de 11.000 castellano-manchegos. Lo que no dice la consejera es que muchos de esas 11.000 familias habrán pasado dificultades, algunas severas, porque la Consejería ha tardado más de seis meses en poner en marcha el plan. Y es que no se puede presentar como algo políticamente positivo lo que es una falta de capacidad y una negligencia más social que política.

Claro que el aparato de propaganda y el dinero para publicidad pueden mucho. Y si las cosas no cuadran, pues se inventan, a sabiendas de que las notas oficiales cuelan. A estas alturas lo de las noticias falsas se ha convertido en algo usual en la red, e incluso algunos gobernantes se apuntan al carro. Es tan usual que algunos periodistas se afanan en detectarlas como una forma de reivindicar la información veraz. Ese grupo detectó recientemente una noticia que decía que Cospedal dejaba el PP, otra en la que se tachaba a Pedro Sánchez de “okupa de la Moncloa” y en la que se le afeaba haber quitado la bandera de España en la recepción del presidente de la Generalitat de Cataluña para no molestarle. La noticia se ilustraba con una foto trucada en la que no aparecía en el encuadre la enseña nacional, que, sin embargo, sí estaba. Pero ambas noticias corrieron como la pólvora. Ha pasado lo mismo con eso de que el gobierno de Castilla-La Mancha cumple con la ley de morosidad en el pago a proveedores… Desde luego es más rápido fabricar una falsedad que reclamar una financiación justa para Castilla-La Mancha con la que poder prestar los servicios y pagar las facturas a tiempo.
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