García-Page se entrevista con Sánchez después de marcarle la fecha del adelanto electoral

La sorpresa se produjo esta semana cuando el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, declaró ante los micrófonos que veía relativamente posible el adelanto electoral y le puso fecha en otoño de 2019. Vamos que, descartado que las generales puedan coincidir con las andaluzas, García-Page tampoco quiere que coincidan con las castellano-manchegas del 26 de mayo.

El sentimiento de García-Page es legítimo y hasta humanamente comprensible, pero denota un cálculo: que Pedro Sánchez y la gestión nacional restan más que suman. Y eso viniendo de un dirigente socialista peca, cuando menos, de imprudente. Nadie se imagina a un alcalde o alcaldesa de capital de provincia de esta Comunidad diciéndole a García-Page en los medios de comunicación si él tiene o no que adelantar las elecciones y para qué fecha. En política de esa cuestión sólo se habla cuando eres del partido de la oposición.

El pronunciamiento del presidente se ha producido apenas una semana antes de que se entreviste con Pedro Sánchez en La Moncloa. Un encuentro en el que, según comunicado oficial del gobierno regional, el presidente de Castilla-La Mancha “planteará más de 150 reivindicaciones a Pedro Sánchez”. Muchas se hacen para tan corta entrevista. Está bien tratar de transmitir que se defiende a los ciudadanos de esta tierra por encima de los colores políticos. Pero la exageración quita fuerza al mensaje y lo hace poco creíble.

La carpeta con las necesidades que Castilla-La Mancha tiene, y que dependen del gobierno central, hace meses que la tiene la ministra Meritxell Batet. Basta con que al presidente se le arrancara un acuerdo en materia de financiación global para garantizar la adecuada prestación de los servicios de educación, sanidad y dependencia, y que se determinase la prioridad entre el Corredor Central o el del Mediterráneo para el desarrollo económico y de infraestructuras, para poder planificar las políticas de Castilla-La Mancha.

Dice el gobierno que son 13.000 millones de euros acumulados por la infrafinanciación a la Comunidad. Y lleva razón. Ese déficit es una de la causa de los recortes en los servicios públicos que han tenido que ir haciendo los sucesivos gobiernos regionales, especialmente desde el estallido de la crisis. Con ese dinero el sufrimiento no hubiera sido tanto. Esta misma semana clm21.es ofrecía un amplio reportaje de fondo sobre cómo esa infrafinanciación sigue manteniendo los recortes y es una de las causas de la elevada deuda de la Comunidad. La cifra de 13.000 millones tiene su aquel, porque cuando se quiera abordar el nuevo modelo de financiación será el dinero que esta Comunidad deba al Estado por los créditos del Fondo de Liquidez Autonómica.

El presupuesto fantasma

Ya dijimos desde estas mismas páginas que el gobierno tiene preparado el proyecto de ley de presupuestos y que lo presentará si le conviene electoralmente. Mientras tanto, hay argumentos para explicar que no los presente. Y si no los hay, los busca. Dijo el portavoz que no daba tiempo. Y sorprende que, sin que haya tiempo, se presente a la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) “el marco de previsiones económicas que acompañan al proyecto de presupuestos de 2019 de Castilla-La Mancha”, para evacuar el informe preceptivo.

Dice la AIReF que ha evaluado las previsiones de PIB y empleo, analizando la presencia de sesgos y avala como probables las previsiones macroeconómicas para 2019 de Castilla-La Mancha, al no existir sesgos al alza. Ahora sólo hace falta que el gobierno, en un ejercicio de transparencia inocua, dé a conocer ese escenario macroeconómico. Por lo pronto ya es de agradecer, como le ha hecho ver la AIReF, que presente las previsiones en materia de empleo, algo que le ha venido reclamando la AIReF en los últimos años y que el gobierno se resistía a hacer. Ahora sólo hace falta que esos datos aparezcan en la página de transparencia en el apartado de normativa en elaboración

Sabiendo que este gobierno hace del dato pírrico valor de ley, habrá que concluir que el escenario barajado que remitió a la AIReF refleja la desaceleración de la economía, que Castilla-La Mancha con este gobierno crece menos que antes. En esta semana, tres datos que abundan en el deterioro: La caída de la producción del sector industrial. En segundo lugar, el saldo de dinamismo empresarial a final del segundo cuatrimestre, que es el peor de los últimos años y, en tercer lugar, el índice de confianza empresarial, que refleja la vuelta de los empresarios al pesimismo en el futuro.

Por lo demás, en la oposición el nuevo presidente del Partido Popular pisa el acelerador y se multiplica en entrevistas en medios de comunicación. Hay que incrementar los índices de conocimiento y de valoración.

En Ciudadanos andan a la búsqueda de líder conocido y reputado que ponga la cara al partido naranja en Castilla-La Mancha. Y Podemos, pues eso, a lo que diga el aparato.

Volviendo al presupuesto ¿se acuerdan de aquella campaña que desató el gobierno contra Podemos cuando en último momento votó en contra de los presupuestos lo que le obligaba a prorrogar los presupuestos? ¿se acuerdan de lo malo que era para Castilla-La Mancha en general y para todos los colectivos sociales en particular tener que hacer esa prórroga presupuestaria? Lo que dijo el gobierno en 2017 sirve para 2019. ¿O no? Sea la prórroga por Podemos, por García-Page o por el sursuncorda.