El encuentro se produce entre dos dirigentes políticos cuyas relaciones no son precisamente de amistad, desde el acoso interno y en los medios de comunicación al que García-Page sometió a Pedro Sánchez para hacerle dimitir de la secretaría general del PSOE en 2016. Este hecho ha llevado a aplazar el encuentro inicialmente previsto para primeros de septiembre.
El Ejecutivo regional ha puesto tinte reivindicativo a la entrevista y en un comunicado señala que “planteará más de 150 reivindicaciones al presidente del Gobierno de España en la reunión que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y Pedro Sánchez mantendrán el próximo lunes en el Palacio de la Moncloa y en la que también se analizarán las inversiones comprometidas por el Estado en la región”.
Este ambicioso catálogo de reclamaciones, que suponen decenas de miles de millones de euros en gasto público por parte del gobierno central en Castilla-La Mancha, está condenado a quedarse en un catálogo de buenas intenciones en un momento en el que el gobierno central necesita recursos para cubrir su propio programa de reformas sociales. Tanto es así que Pedro Sánchez ha proyectado unas reformas fiscales para allegar 10.000 millones al sistema con los que tratar de dar cobertura a su programa presupuestario.
Page pedirá a Pedro Sánchez que apueste por las desaladoras y la finalización del trasvase Tajo-Segura
Aparte de arrancar algunos compromisos sobre infraestructuras, que tardarán en materializarse por la escasez de recursos disponibles, el gobierno regional cuenta ya con el abandono definitivo del proyecto del ATC en Villar de Cañas y busca ahora un compromiso sobre el trasvase Tajo-Segura, que el presidente Sánchez se ha comprometido a mantener en el encuentro que tuvo recientemente con el presidente de Murcia. No obstante, el gobierno regional insiste en que “reclamará al Ejecutivo de Pedro Sánchez que apueste por las desaladoras y la finalización del trasvase Tajo-Segura, así como la paralización de los pozos de sequía en la cuenca del Segura”.
Así las cosas, los puntos esenciales de la entrevista son el de la financiación autonómica y el de la decisión sobre la prioridad del eje de desarrollo de las infraestructuras : o el Corredor Central o el del Corredor del Mediterráneo.
La determinación de la prioridad del desarrollo del “Corredor Central” o del “Corredor del Mediterráneo”, clave para las inversiones propias y del estado en CLM
El desarrollo del Corredor Central que uniría el puerto de Algeciras con Madrid y Zaragoza, Canfranch y Francia (con un ramal suroeste desde la portuguesa Sines hasta Puertollano, pasando por Badajoz). Y en el que la Comunidad aspira a otro ramal más al norte por Talavera (corredor Atlántico) y que serviría para modernizar la red del transporte terrestre. Este corredor compite con el del Mediterráneo, que ha desatado una fuerte campaña informativa y publicitaria. El del Mediterráneo, une Algeciras con Francia a través del este de España, atravesando las comunidades de Murcia, Valencia y Cataluña y cuenta también con el ramal este-oeste con Portugal y que descartaría la opción del ramal más al norte por Talavera. Este corredor afectaría a Albacete, que podría convertirse en eje logístico e industrial. La decisión sobre un corredor u otro es decisiva para el desarrollo de Castilla-La Mancha, además de que a corto plazo supone definir la política de inversiones en infraestructuras para los próximos años. Además la decisión permitiría a la Comunidad establecer su propio plan de desarrollo de infraestructuras complementario al nacional y que paliara los efectos de las comarcas que se quedaran descolgadas.
En materia de financiación, Castilla-La Mancha fue muy beligerante contra el gobierno de Mariano Rajoy, al que urgió la aprobación de un nuevo modelo que acabara con el actual firmado en época de José Luis Rodríguez Zapatero y José María Barreda, que a juicio del gobierno regional, ha resultado ruinoso para Castilla-La Mancha. El gobierno del presidente García-Page considera que la “infrafinanciación” que sufre la región en ámbitos como la sanidad, la educación o la dependencia se cifra en más de 13.000 millones de euros”.
Page acude al encuentro con una deuda de 11.000 millones con el Estado y aspira a la flexibilización de los pagos
En materia de financiación el gobierno lleva también otras dos cuestiones adicionales: aumentar el objetivo de déficit, lo que le permitiría disponer de más gasto aún a costa de elevar el endeudamiento regional y, en paralelo, negociar nuevas condiciones en el pago del dinero que Castilla-La Mancha debe al Estado a través del Fondo de Liquidez Autonómica. Son más de 11.000 millones de euros que tienen su origen en la infrafinanciación y en la crisis y que el gobierno regional desearía que, si no se pudiese convertir en deuda perpetua (es decir no pagarla), se alargaran los plazos de vencimiento para aliviar la presión sobre las cuentas públicas de la Junta.
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