La convocatoria electoral deja congelados 295 millones de euros para CLM

El 31 de julio del año pasado el Ministerio de Hacienda informaba en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) de las entregas a cuenta a las Comunidades y Ciudades Autónomas, que ascenderían a 102.920 millones de euros para 2019, un 7,23% más que en el ejercicio anterior (6.938,8 millones). De esa cuantía Castilla-La Mancha debería recibir 4.922,8 millones de euros, 295 millones de euros más que en 2018, cuando recibió 4.627,8 millones de euros. En el caso de nuestra región la subida equivalía al 6,37%.

Las entregas a cuenta se calculan sobre los fondos que el Ministerio de Hacienda prevé que va a recibir por IVA, IRPF e impuestos especiales. Dentro del sistema de financiación, cada comunidad recibe el 50% del IVA y del IRPF que se recauda en su región y el 58% de los impuestos especiales (tabaco, electricidad, hidrocarburos…). Inicialmente el Ministerio envía como entregas a cuenta el 98% del dinero que le correspondería a cada región por ese cálculo o previsión. Pasados dos años, Hacienda y las Comunidades liquidan sus cuentas en función de lo verdaderamente recaudado. Si la recaudación fiscal ha sido mayor, envía el dinero a las regiones. Si ha sido menor, les detrae esos fondos.

Las entregas a cuenta forman parte del presupuesto del Estado. Como el Gobierno no ha logrado sacar adelante sus presupuestos, el Ministerio de Hacienda seguirá trabajando en 2019 con el presupuesto prorrogado de 2018, lo que supondrá retener la subida de esos fondos a las Comunidades hasta que se apruebe el nuevo presupuesto o se adopte una medida legal consensuada que permita evitar la congelación del incremento de las entregas a cuenta.

En principio, la retención de fondos sólo afecta a las entregas a cuentas sobre las previsiones de la recaudación fiscal de 2019. Lo que no se verá afectada es la liquidación del ejercicio de 2017 (verdaderamente recaudado menos las entregas a cuenta de ese año), que en principio asciende a 6.075 millones de euros para el conjunto autonómico, de los que Castilla-la Mancha recibirá este año 131,6 millones de euros.

La Comunidad Autónoma tenía en julio del año pasado dos escenarios que mejoraban sus posibilidades inmediatas de gasto en un año electoral. Por un lado el incremento en casi 88 millones de euros en el margen de déficit, al pasar de un límite del 0,1% del PIB al 0,3% lo que le permitía acometer gasto por esa cuantía con cargo a deuda pública. Por otro el incremento de las entregas a cuenta de los impuestos cedidos en 295 millones de euros. En total 383 millones de euros. Ahora el nuevo escenario plantea unas medidas prudenciales de control y reducción del gasto público justo antes de las elecciones o confiar a que la correlación de fuerzas permitirá desbloquear los fondos después del verano.

La nueva senda de déficit trazada por el gobierno y dada a conocer a las Comunidades en un Consejo de Política Fiscal y Financiera celebrado a mediados de julio, tampoco fue aprobada en las Cortes Generales. En primer trámite fue aprobada por el Congreso de los Diputados el 20 de diciembre, pero el 27 de diciembre fue rechazada por el Senado, que tiene derecho a veto en esta cuestión. A cuatro días de comenzar 2019, la Consejería de Hacienda veía cómo se recortaba la posibilidad de disponer de 88 millones de euros en sus previsiones de gasto.

Ahora se suma esa congelación de esos 295 millones de euros. Aunque la Comunidad también tiene el presupuesto prorrogado, esa prórroga afecta fundamentalmente al estado de gastos, no al de ingresos, lo que le hubiese permitido contar con esos fondos adicionales de las entregas a cuenta y mejorar su situación de tesorería, máxime en un escenario en el que el gobierno regional había retrasado la dotación de los gastos plurianuales ya comprometidos. Por otro lado el gobierno regional debe hacer frente con los mismos fondos que en 2018 a la subida de algunas partidas, como la del salario del personal al servicio de la administración autonómica, ya acordada.

Como tercer elemento del escenario financiero regional está el de los créditos, que permiten al gobierno regional refinanciar su deuda y cubrir su déficit anual. Pero tal y como ya informó clm21.es, las cuantías para el primer tramo del año fueron aprobadas por la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos el pasado 31 de enero, antes del revés parlamentario de los presupuestos y por tanto de la congelación de esos 295 millones de euros. En ese acuerdo se contempla la concesión a Castilla-La Mancha de 778,4 millones de euros en el primer tramo del año, a los que se sumarán otros 1.000 millones más en otros tramos. Esos Fondos facilitan la liquidez del gobierno regional, que tras la congelación de los 295 millones va a necesitar de medidas adicionales que ya no puede obtener del Estado a través del Fondo de Liquidez Autonómica.

Por si no fuera suficiente en esta tormenta financiera pública, falta por ver cuándo el gobierno central va a hacer el libramiento a las Comunidades de la liquidación de 2017.No hay que olvidar que el gobierno Sánchez adoptó algunas medidas de incremento de gasto, que iban a estar respaldadas por unas medidas fiscales (subida de algunos impuestos y creación de otros nuevos), que al final tampoco se van a materializar.