Las elecciones les cuestan a los españoles una media de 286.738 por cada diputado y cada senador electo. En total se prevé que el proceso del 26-J costará a las arcas públicas 160 millones de pesetas, entre gastos de la administración electoral y las subvenciones a las formaciones que obtengan representación. Los españoles elegiremos 350 diputados y 208 senadores.
El debate sobre el coste de repetir las elecciones ha precedido al periodo de la consulta del 26 de junio. Los gastos se dividen en dos grandes grupos: lo que cuesta la logística administrativa y lo que cuesta la campaña de los partidos que obtienen representación parlamentaria. Ambos costes, los institucionales y los de las formaciones son sufragados con cargo a los impuestos de los españoles. Aunque algunas formaciones han hablado mucho de recudir los costes, al final ninguna de ellas ha querido arriesgar, porque en política, como en la vida, algunos resultados pueden ser cuestión de un poco de dinero más.
Las elecciones de 2015 tuvieron un coste administrativo de 130 millones de euros
Las elecciones de 2015 costaron a las arcas del Estado 130 millones de euros en gastos administrativos más las subvenciones a los partidos Estos fondos se distribuyeron en los siguientes apartados: 55 millones de gastos de las administraciones públicas, 48 millones de correos y telégrafos, casi 13 millones en la difusión del escrutinio provisional, 12,6 millones en logística electoral y 1,67 millones en imprevistos.
En esos fondos no se contabilizan el valor del mercado de los espacios gratuitos al que tienen derecho las formaciones que concurren al proceso electoral.
Cada partido obtiene una ganancia fija de 21.167 euros por escaño
Luego, están las cifras que cada partido gasta en la campaña en publicidad, desplazamientos, hoteles, organización de actos, alquileres de locales, escenarios, transmisiones de la información, publicidad en medios, directa y exterior, encuestas, envíos de papeletas a los electores, otros gastos de logística. En 2015 fueron 30 millones de euros. Los partidos que tienen representación financian parte de estos gastos con un anticipo electoral proporcional a su representación. Una vez realizada las elecciones, los partidos que hayan obtenido escaños tienen derecho a unas subvenciones. Esos fondos se liquidan tras inspeccionar los gastos el Tribunal de Cuentas. La liquidación se hace restando los anticipos que hubiesen cobrado. Aquellos que obtuvieran un resultado negativo en la liquidación, es decir que el anticipo fuese mayor a la subvención que les corresponde, deben reintegrar el dinero que hubiesen cobrado de más.
Los partidos tienen limitados por ley los gastos electorales, para evitar que el dinero sea un factor decisivo en un proceso electoral.
La parte variable son 0,81 euros por voto si consiguen diputado y 0,32 euros por voto de cada senador
Las subvenciones que reciben las candidaturas que obtienen representación parlamentaria son de dos tipos. La primera en función de los resultados, que tiene dos componentes, uno fijo de 21.167,64 euros por escaño obtenido y otro variable en función de los votos recibidos, siempre y cuando tengan escaño. En ese caso son 0,81 euros por cada voto en el caso de haber obtenido diputado y 0,32 euros por cada voto que haya recibido cada senador.
La segunda está destinada a sufragar los gastos por envíos electorales. Para tener acceso a esta subvención, los partidos deben tener el número de diputados, senadores o votos que les permitan formar grupo parlamentario en una u otra Cámara. El dinero que recibe es de 0,18 euros por elector en cada una de las circunscripciones en las provincias en las que haya presentado lista al Congreso de los Diputados y al Senado y a los que se haya enviado la propaganda. Hay que demostrar que se han hecho los envíos.
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