El conjunto de las Comunidades Autónomas, incluida Castilla-La Mancha, son incapaces de controlar el endeudamiento. Lejos de ir reduciéndolo como obliga el compromiso sostenibilidad financiera del sector público, ha aumentado en cuatro décimas hasta situarse a finales de junio en 273.199 millones de euros lo que equivale a 45,5 billones de las antiguas pesetas, y equivale a la cuarta parte de la riqueza nacional. Los pagos por amortización e intereses están lastrando las inversiones para el crecimiento económico y social.
La Junta debe 2.183 millones a bancos españoles, 1.101 a bancos extranjeros, 1.490 a los suscriptores de títulos de deuda y 8.982 al Fondo de Financiación de las Comunidades Autónomas
Nuestra Comunidad debe 13.755 millones de euros, que para los que sigan calculando en pesetas equivalen a la friolera de 2,29 billones de la moneda antigua. Ahora mismo los pagos por nuestros compromisos financieros ascienden este año a 1.516 millones de euros. Para hacernos una idea de la magnitud, hay que señalar que sumados todos los fondos de Fomento, Economía, Empresas y Empleo, y Bienestar Social se alcanzarían 1.122 millones de euros, 400 menos que los pagos de deuda o que el gasto en intereses y amortización de préstamos supone lo mismo que gastamos en educación.
Castilla-La Mancha es la tercera región española con más deuda en relación con su riqueza. Nuestro apalancamiento financiero alcanza el 35,8 por ciento de nuestro producto interior bruto regional, sólo una décima por debajo del de Cataluña (35,9). Valencia lidera el ranking con una deuda del 41,7 por ciento. Madrid está en el extremo opuesto con un 14,7 seguida por el País Vasco, con el 15,6 y Canarias con el 15,7.
Castilla-La Mancha tiene créditos que superan en 1.076 millones de euros el límite establecido para este año
Los acuerdos de sostenibilidad financiera obligan a nuestra Comunidad a terminar el año con unos débitos que no pueden superar el 33 por ciento del PIB, que equivale a día de hoy a 12.680 millones de euros, es decir en el segundo semestre nuestra Comunidad debe reducir su deuda viva en 1.076 millones de euros. El porcentaje debe reducirse en 2017 al 31,9 y en 2018 debe quedar en el 30,6.
El dinero destinado a pagar las cuotas y vencimientos de préstamos supera en 400 millones de euros a lo que se gastan en conjunto las consejerías de Bienestar Social, Economía, Empresas y Empleo y Fomento
De los 13.755 millones que debe nuestra Comunidad, 1.490 millones están en valores a representativos de deuda a largo plazo. El resto, 12.265 millones son por préstamos suscritos. De ellos, debemos 2.183 millones a las entidades financieras españolas, en su mayoría (2.117 millones) a largo plazo (más de un año, según la normativa contable), 66 a corto plazo (menos de un año y 8 millones en factoring sin recurso (descuento de facturas). A bancos internacionales Castilla-La Mancha adeuda 1.101 millones de euros. El resto 8.982 millones de euros se lo debemos al Fondo de Financiación de Comunidades Autónomas que tiene el Estado y que sirve para que las regiones españolas obtengan financiación que, de otra manera no captarían, o que de hacerlo lo harían en peores condiciones, es decir, a intereses más altos.
En Castilla- La Mancha la deuda se disparó en el periodo 2007-2011 en el que casi se cuadruplicó, al pasar de 1.829 millones de euros a 6.886 millones. En el periodo 2011-2015, la deuda casi se duplicó al pasar de los 6.886 millones a 13.426. En el último gobierno socialista la causa estuvo en la radical caída de los ingresos con el estallido de la burbuja inmobiliaria. En el gobierno del Partido Popular, la mitad de la deuda fue para cubrir las facturas pendientes de pago del ejecutivo anterior y la otra mitad para compensar la caída de ingresos en las arcas autonómicas.
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