Además, los indicadores de producción industrial se resintieron con fuerza durante los dos últimos meses del año, provocando un duro ajuste anual que en nuestra Comunidad alcanzó una media del -8,5%, aunque fue menor que a nivel nacional. Algo que ha coincidido además con una caída de precios y una ralentización de los pedidos.
Retraso de las vacunas igual a retraso de la recuperación
CLM tiene en hibernación el 4,6% de sus trabajadores
La tercera ola ha venido a mostrar la dependencia de las vacunas y PwC concluye que “el retraso en las vacunas y la debilidad en el empleo son los factores que están retrasando el rebote de la Eurozona”. El informe advierte que este año se producirá una recuperación, pero que esta será “desigual entre sectores, países y niveles de renta”. Así fija un crecimiento del 4,3% para la Eurozona y de un 5,5% para España. Los analistas que hasta la fecha han regionalizado las estimaciones de evolución de la economía coinciden en señalar que la recuperación de Castilla-La Mancha será algo menor por la propia estructura productiva, una circunstancia que también hizo que la caída estimada para 2020 fuera más suave en nuestra Comunidad.
En España, esa tercera ola ha coincidido en enero con un temporal y unas condiciones climáticas muy negativas que, como señala Bankia Estudios “han afectado a la cadena de suministros de la industria. El índice de producción del sector manufacturero vuelve en enero a terreno contractivo, al caer 1,7 puntos hasta 49,3, mínimo en siete meses. Sin embargo, la confianza sobre el futuro se mantiene en torno a máximos de casi dos años y medio.
Como informábamos estos días, el sector agrícola ha hecho frente a la pandemia y ha tratado de mantener las inversiones en maquinaria en los niveles de 2019. La industria transformadora de productos agrícolas y ganaderos ha sido de las que mejor ha resistido el impacto de la pandemia. Son dos sectores con importancia en el entramado económico de nuestra Comunidad, cuyo dinamismo ha sido crucial. De hecho, el informe del Banco de España que publicamos en estas mismas páginas indican que las provincias de nuestra Comunidad, en especial Ciudad Real y Cuenca, y otras del resto de españa con fuerte peso del sector primario son las que mejor han aguantado el primer año de la crisis económica por el coronavirus.
El mayor golpe se lo ha llevado el sector servicios: hostelería, comercio y servicios auxiliares. Este sector, que es el más mano de obra ocupa sigue destruyendo empleo en el arranque de 2021. En enero contabilizó en Castilla-La Mancha 5.099 nuevos parados del total de 5.932.
Uno de los principales problemas para la recuperación económica de España está precisamente en la alta tasa de desempleo, un elemento considerado clave en el crecimiento. En España 1,2 millones de hogares tienen todos sus miembros en el paro y el desempleo juvenil alcanza el 40%.
Cara y cruz de los flujos de capital inversor
PwC estima que el empleo será la clave para la recuperación y prevé para la economía española una recuperación muy lenta de puestos de trabajo y considera que “para mejorar será clave un impulso a la creación de empresas y la atracción de capital”.
En España, la nueva fiscalidad de las sociedades de inversión colectiva (SICAV) ha ocasionado que muchas de ellas busquen nueva sede en Luxemburgo. Se calcula que la fuga de capital de estas sociedades puede llegar a los 28.000 millones de euros. También que, en los últimos meses, los inversores extranjeros se están deshaciendo de deuda española. En paralelo durante 2020 los fondos de capital extranjero han crecido en nuestro país en 25.000 millones de euros hasta alcanzar los 220.000 millones en total, una cifra que se aproxima a la que manejan los fondos nacionales, que es de 276.500 millones de euros.
Por otro lado, destaca la inversión extranjera directa en las empresas de la economía española. En los nueve primeros meses del año pasado habían alcanzado los 14.654 millones de euros, de los que nuestra región captó 51,6 millones.
Hace unos días informábamos de que a finales del tercer trimestre la pandemia había provocado la baja en Castilla-La Mancha de 8.861 empresas que daban trabajo y 11.508 autónomos. La incidencia de estas bajas equivalía al 18,7% de las empresas y al 9,25% de los autónomos que había a comienzos de 2020.
Otro de los indicadores apunta a que las medidas de hibernación están actuando como dique de contención de los concursos de acreedores, que, a pesar de la grave crisis económica provocada por la pandemia su evolución en 2020 estuvo por debajo de la de los años anteriores.
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