Este último dato tiene su importancia en la medida en que el año arrancó en negativo, con un descenso del -11,1%, que en febrero se suavizó hasta el -8,5%. De hecho, la cifra de negocios de la industria regional ha crecido en 40 puntos porcentuales desde enero, situándose en el 129,11% sobre la base de los datos de 2015.
En el conjunto del país, el sector manufacturero se anota un aumento de ventas del 16,7%, un punto por encima de Castilla-La Mancha, que es la novena región con mayor crecimiento medio acumulado y que presenta su segundo mejor dato acumulado desde febrero de 2012, sólo superado en mayo pasado cuando llegó a un crecimiento de facturación media del 16,3%.
En términos interanuales y en comparación con septiembre de 2020, la cifra de negocios de la industria regional aumenta un 17,2%, lo que sitúa a Castilla-La Mancha en el grupo de 7 Comunidades con crecimiento por encima de la media nacional (12,5%), en un periodo en el que sólo Aragón (-1,4%) se anota una pérdida de facturación.
Por ramas de actividad, el refino de petróleo (46,5%), la fabricación de productos de hierro y sus aleaciones (46,1%), la industria maderera (25%) y la química (22,3%) marcan las mayores subidas en sus ingresos de explotación. En el lado opuesto, la fabricación de material de transporte se contrae y pierde en el amo una media del -5,8%.
Conceptualmente, la Cifra de Negocios es la facturación de una empresa, en términos monetarios, debida a la venta de bienes y prestación de servicios industriales a terceros. Por su parte, la Entrada de Pedidos es la cantidad facturada o pendiente de ser facturada por los mismos conceptos, de acuerdo a los pedidos recibidos y definitivamente aceptados. Estos dos indicadores, junto al Índice de Producción Industrial, cuyo objetivo es medir la evolución del volumen de la producción generado por las ramas industriales y que conceptualmente recoge las producciones efectivamente realizadas, constituyen tres indicadores básicos de la coyuntura industrial.