Con respecto a 2020, en el tercer trimestre se produce un incremento del 34% en el balance de ejecuciones hipotecarias sobre viviendas en la región, con un total de 48 ejecuciones más que hace un año. Hay que tener en cuenta que el pasado año las ejecuciones hipotecarias se vieron reducidas drásticamente como consecuencia de la pandemia y la entrada en vigor del Real Decreto-ley 11/2020, de 31 de marzo, por el que paralizaron los desahucios de personas o colectivos en riesgo de vulnerabilidad hasta el 1 enero de 2021, como parte de las medidas económicas y sociales de carácter especial aprobadas por el gobierno central como respuesta a los estragos de la pandemia.
Si comparamos la cifra de 2021 con la del tercer trimestre de 2019, un año antes de la pandemia, se comprueba que el dato actual es inferior en un 34,6% al registrado antes del estallido de la crisis sanitaria.
Con todo, Castilla-La Mancha acumula 811 ejecuciones hipotecarias sobre viviendas en los nueve primeros meses del año, debido a las cifras elevadas de ejecuciones certificadas en los dos primeros trimestres. En todo 2020 en su conjunto fueron 822 las ejecuciones hipotecarias registradas, por lo que es de esperar que la región cierre el año con un volumen de ejecuciones sobre viviendas superior al del año pasado.
A nivel nacional, el número de inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias iniciadas en los registros de la propiedad en el tercer trimestre de 2021 es de 6.5073, lo que supone un 33,3% menos que el trimestre anterior y un 23,8% menos que en el mismo trimestre de 2020.
Las comunidades con mayor número de certificaciones por ejecuciones hipotecarias sobre el total de fincas en el tercer trimestre son la Comunidad Valenciana (1.699), Andalucía (1.401) y Cataluña (980). Por su parte, Cantabria (62), La Rioja (34) y Navarra (32) registran el menor número.
En el caso de viviendas, la Comunidad Valenciana (988), Andalucía (894) y Cataluña (668) presentan el mayor número de ejecuciones. Los menores se dan en Navarra (19) y en Cantabria y La Rioja (ambas con 26).
Desalojos voluntarios y desalojos forzosos
La ejecución hipotecaria es un procedimiento ejecutivo a través del cual se ordena la venta de un bien inmueble, que estaba gravado con una hipoteca, por incumplimiento del deudor de las obligaciones garantizadas con la hipoteca.
El objetivo principal de la estadística sobre ejecuciones hipotecarias que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) es ofrecer trimestralmente el número de certificaciones de ejecuciones hipotecarias que se inician e inscriben en los registros de la propiedad durante el trimestre de referencia, relativos a la totalidad de fincas rústicas y urbanas. Conviene destacar que no todas las ejecuciones de hipoteca que se inician terminan con el lanzamiento de sus propietarios.
Pese a que comúnmente se confunden los términos desahucio y lanzamiento, el primero se refiere a la acción de resolución por la cual los propietarios, arrendatarios u ocupantes de un inmueble lo desalojan voluntariamente o mediante orden judicial; mientras que el lanzamiento supone el desalojo forzoso de los ocupantes de un inmueble y la entrega de su posesión. Los lanzamientos pueden ser consecuencia de un proceso de ejecución hipotecaria, de procedimientos derivados de la Ley de Arrendamientos Urbanos o pueden deberse a otras causas, como la ocupación ilegal de un inmueble.