No tiene costa, ni capital del reino, ni es de las regiones más pobladas. Sin embargo, eso no impide que Castilla-la Mancha sea la séptima Comunidad Autónoma con mayor parque de vivienda, 1.265.793 casas. Tal vez por esa carencia de playas, de numerosos habitantes y de influjo político seamos la cuarta Comunidad con mayor cantidad de vivienda construida sin vender, por detrás sólo de Valencia (18,51% del total nacional), Cataluña (15.64%) y Andalucía (15.38%).
Nuestra Región, con un 8,56 por ciento supera incluso a Madrid (8,2%). En total el parque de vivienda construida sin vender suma en España las 513.848 unidades, según los datos del Ministerio de Fomento. De ellas, 44.008 están en Castilla-La Mancha.
La fiebre constructora de principios de siglo y el pinchazo de la burbuja es el origen de los principales problemas económicos tanto del sector privado como del sector público regional.
Ahora se construyen al año veinte veces menos que hace una década
Ese stock de viviendas vacías es el que mantiene sin reactivar el que fuera motor de la economía nacional y regional. Según la patronal del sector SEOPAN, la crisis se llevó por delante 86.100 empleos del sector en Castilla-La Mancha entre 2007 y 2015. Nuestra región es en valores absolutos la sexta que más puestos de trabajo ha destruido, aunque en valores relativos figuramos entre las tres primeras.
Las cifras que ayudan a perfilar la magnitud del grave problema es que en 2005 se iniciaron en nuestra Comunidad 43.635 viviendas y en 2014 (último dato oficial) fueron 2.209. La provincia que sufrió con más fuerza el impacto fue Toledo, donde en 2005 se empezaron a levantar 20.859 casas y en 2014, sólo 790. Esa caída también se produce en el número de viviendas finalizadas: 34.148 en Castilla-La Mancha en 2009 y 3.292 en 2014.
Y si esa era la consecuencia inmediata en el empleo y en la producción del sector, la caída de la demanda queda reflejada en el volumen de operaciones y en el importe económico de las transacciones inmobiliarias. En 2005, con el sector en cotas máximas, se produjeron 39.539 transacciones inmobiliarias en nuestra región, en 2015 fueron 14.288. En cuanto al dinero que se movió en las operaciones, el fuerte dinamismo en 2005 elevó el saldo a 4.598,74 millones de euros. Diez años después en 2015, tan sólo alcanzaron los 1.078,3 millones de euros.
La crisis se llevó por delante 86.100 empleos del sector en Castilla-La Mancha entre 2007 y 2015
Y es en estas cifras donde reside el problema directo en las finanzas del sector público. La vivienda nueva cotiza por IVA y la usada por el impuesto de transmisiones patrimoniales. Además, las operaciones notariales están sujetas al impuesto de actos jurídicos documentados. Nuestra Comunidad recibe del Estado aproximadamente el 50 por ciento del IVA que se genera en nuestro territorio y gestiona el cien por cien de los impuestos de transmisiones y de actos jurídicos documentados. En 2005 el volumen sujeto a IVA fue de 2.349,5 millones y en 2015 sólo de 199,27 millones. El sujeto a transmisiones patrimoniales alcanzó en 2005 los 2.249,23 millones de euros y diez años después era de 911,81 millones. Lo mismo ha sucedido con las operaciones de compraventa de suelo. Las transacciones de 2005 alcanzaron los 919 millones. En 2015 se quedaron en 111 millones. Esa caída de ingresos por el crack de la construcción ha supuesto el aumento de la deuda y reducción de los gastos en servicios públicos.
Para hacerse una idea del alcance del pinchazo de la burbuja, cabe señalar que en 2015 se vendieron en España la mitad de viviendas que en 2007. Otro dato, si en 2005 el valor medio de las transacciones de las viviendas libres era de 122.924 euros, en 2015 había caído hasta los 81.553.
Otras cifras que reflejan la situación de la vivienda en nuestra Comunidad y su incidencia social y económica hay que buscarlas en la evolución ion del precio por metro cuadrado construido o del suelo urbanizable.
En 2005 el precio medio del metro cuadrado estaba en la Comunidad en 1233,33 euros. En 2015 había caído a 885,6. La provincia con el metro más caro era y sigue siéndolo Guadalajara que de 1.692,8 ha pasado a 1.018,6. En Albacete se ha pasado de 1.160,2 a 959. En Ciudad Real, de 875,3 a 783,9. En Cuenca de 923,1 a 802,5. En Toledo, de 1.282,1 a 808,5.
Por provincias, el parque de viviendas es de 420.995 en Toledo, 289.798 en Ciudad Real, 219.276 en Albacete, 176.481 en Guadalajara y 159.293 en Cuenca. De las 1.265.793 viviendas existentes en la Comunidad, 821.843 son principales y 443.950 no principales o segunda vivienda.
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