Así las cosas, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, miembro destacado de la patronal pública, se posiciona del lado de los sindicatos y en contra de la patronal privada y apoya las movilizaciones de los trabajadores. Unas declaraciones que tienen más un componente de campaña política personal, que de defensa del interés general, en la búsqueda de ese Pacto de Rentas del que tanto se habla desde el gobierno. Las declaraciones de la ministra han dejado al Pacto de Rentas como un eslogan publicitario.
Vayamos por partes. Un pacto de rentas es un acuerdo entre sindicatos y empresarios para limitar la subida salarial para compensar el encarecimiento de la cesta de la compra y evitar alimentar aún más el alza de precios, lo que se conoce como segunda ronda de la inflación. La inflación en España está desbocada y crece a un ritmo del 10,2%, con la consiguiente pérdida del poder adquisitivo de los ciudadanos.
Claro que hay dos tipos de empresarios: los del sector privado y los del sector público, es decir las administraciones y sus entes públicos. El sector privado tiene más tiempo que el sector público para definir su estrategia de negociación y sus números. Hay que tener en cuenta, que el gobierno debería aprobar su proyecto de ley de presupuestos y remitirlo a las Cortes antes del 1 de octubre. Es decir, tiene apenas un mes para decidir cuánto quiere subirle el sueldo a los funcionarios. Los empresarios del sector privado sólo tienen que esperar y ver la cifra que de el gobierno. No vaya a ser que sea aún más baja que la que la patronal privada tenga previsto ofrecer a las organizaciones sindicales.