En paralelo, las importaciones mantienen un crecimiento por encima de las importaciones: 50% en agosto y 33,4% en el acumulado de los ocho primeros meses. Esas mayores compras por parte de las compañías castellano-manchegas hacen que aumente el déficit de la balanza comercial de la Comunidad, que se sitúa en 2.314 millones de euros. Ese déficit se concentra en Guadalajara, donde alcanza los 3.140 millones de euros, y en Toledo, donde llega a los 602. En cambio, las otras tres provincias presentan balanzas comerciales saneadas: Albacete, con un superávit de 173 millones; Ciudad Real, de 962 y Cuenca de 293.
En el capítulo de exportaciones, Toledo es la provincia con mayor facturación en el mercado exterior, con 1.763 millones de euros hasta finales de agosto, seguida de cerca por Ciudad Real 1.684 millones y por Guadalajara, con 1.654 millones. Las ventas exteriores de las empresas de Albacete suman ya 941 millones y las de Cuenca casi 548.
En términos porcentuales Toledo, con un crecimiento del 23,4%, es la que presenta mejor evolución. Después, Albacete (22,7%), Guadalajara (13,2%), Cuenca (10,2%) y Ciudad Real, que es la única que crece por debajo de los dos dígitos (5,6%).
71 de cada 100 euros facturados por nuestras compañías en el mercado internacional son de los sectores: Agroalimentario, que se anota 2.103,5 millones de euros y el 31,9% del total exportador, de bienes de equipo, que tras marcar una evolución interanual en agosto del 35%, representa ya, con 1.598 millones de ingresos, uno de cada cuatro euros de las exportaciones regionales. Finalmente, el sector de productos químicos se queda en 951,4 millones de euros tras crecer un 14,6% interanual. A pesar del crecimiento registrado en estos dos últimos grupos, la relación en bienes de equipo y en productos químicos es deficitaria para Castilla-la mancha en 1.103 y en 543 millones, respectivamente. Sin embargo, la balanza de la industria agroalimentaria marca un superávit de 526 millones de euros.