Por su parte, las peticiones de préstamos habrían descendido, en las dos áreas, en casi todas las modalidades. Esta evolución se enmarca en un contexto de aumento de los riesgos asociados al deterioro de las perspectivas económicas y de normalización de la política monetaria, que se está traduciendo en un repunte de los costes de financiación.
Esta coyuntura ha condicionado también las expectativas para el cuarto trimestre, en el que los bancos anticipan una prolongación de la contracción de la oferta de crédito y una disminución de la demanda en todos los segmentos analizados.
El retroceso de la oferta en el tercer trimestre, según el informe del BDE, habría sido de mayor intensidad en el segmento de financiación a los hogares para adquisición de vivienda, que registró la caída más pronunciada desde 2008.