El futuro de Cortefiel, una de las principales compañías españolas y europeas del sector de la moda, se decidirá en los próximos días. La compañía, matriz de las tiendas Cortefiel, Pedro del Hierro, Springfield, Women’s Secret, Antonio Miró y Fifty Factory busca un comprador que le ayude a superar el bache financiero por el que pasa, que incluye una deuda de 1.172 millones de euros.
La crisis del sector textil vuelve a dar la cara y amenaza con arrastrar al abismo al Grupo Cortefiel, propiedad de los fondos de inversión CVC, Permira y PAI, que adquirieron la compañía en 2006 por más de 1.300 millones. La solución pasa por encontrar un comprador que les ayude a hacer frente a sus acreedores. La venta ya se intentó en 2015, pero los esfuerzos fueron infructuosos. Ante el inminente vencimiento del crédito sindicado que los fondos solicitaron para adquirir la compañía, el grupo propietario solicitó el año pasado un año de prórroga a sus prestamistas, plazo que llega a su fin en marzo de 2018.
La precaria situación de Cortefiel llevó a la compañía a llevar a cabo un duro plan de reestructuración durante el pasado ejercicio, centrado en la reducción de plantilla y el cierre de tiendas, que se saldó con un balance de 24 millones de euros en pérdidas. No obstante, la reducción del grupo empieza a dar sus frutos y las ventas de Cortefiel se han incrementado un 3,75%.
En febrero de este año, el Grupo Cortefiel contaba con 2.154 puntos de venta repartidos por 89 países. En Castilla-La Mancha se localizan 26 de sus tiendas de sus principales marcas.
Una lucha contrarreloj
La tempestad de la crisis de la moda europea alcanzó de lleno a la compañía fundada en Madrid por la familia Hinojosa en 1880. Los apuros económicos de Cortefiel llevaron a sus actuales dueños a contratar a un reputado banco especializado en la asesoría de empresas en situación extrema. Además, la auditora Deloitte advirtió en su última memoria de la incapacidad de Cortefiel para reunir liquidez, lo que se tradujo en un desplome en bolsa de la compañía.
Ante la desesperada situación, el grupo propietario de Cortefiel se decidió a contratar los servicios de Goldman Sachs, con el fin de encontrar a un comprador adecuado con la mayor celeridad, para poder hacer frente tanto a sus obligaciones crediticias como a sus acreedores, entre los que se cuentan Banco Santander, Caixabank, JP Morgan, Royal Bank of Scotland y Société Générale.
Hasta el momento, Goldman Sachs ha recibido ofertas no vinculantes, entre las que destacan las de los fondos de inversión Apax, Carlyle, Advent y Pamplona, todos ellos interesados en el mercado español. En esta semana se espera que comiencen a llegar ofertas de los potenciales compradores, dispuestos a adquirir una compañía que arrastra una gran deuda.
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