"Quiero dejar claro que si me permiten gobernar como claro ganador de las elecciones, tenderé mi mano a todos los grupos políticos y pediré estabilidad, y si se cumple y se puede gobernar Guadalajara en garantías, si eso está claro, renunciaría a mi acta de diputado y sería alcalde exclusivamente de la ciudad, tal y como siempre he dicho", ha declarado a Europa Press el todavía regidor de la capital alcarreña.
No obstante, ha incidido en que si, por el contrario, le facilitaran el gobierno como estrategia de cara a las elecciones del 23 de julio, con la idea de provocar después la inestabilidad para hacer "caer" a su gobierno, Rojo asegura que ejercerá una oposición "muy firme y constructiva desde el minuto uno", tanto desde el Consistorio como defendiendo los intereses de la provincia desde el Congreso de los Diputados.
La intención de Alberto Rojo es seguir trabajando por Guadalajara desde el lugar desde el que pueda ser más útil. "Mi partido ha considerado que puedo serlo también en el Congreso de los Diputados y por eso es un orgullo aceptarlo, pero este paso significa más esfuerzo, trabajo y compromiso con las personas", ha relatado.
Tiene muy claro que Guadalajara no puede retroceder "ni un milímetro" en todo lo que se ha conseguido en estos cuatro años, y la certeza también de que si finalmente gobierna el PP con Vox en el Ayuntamiento de Guadalajara "se ponen en riesgo" muchos de los avances alcanzados en esta legislatura.
En cualquier caso, el candidato socialista y alcalde en funciones --que mantiene su agenda como tal estos días-- tiene la intención de acudir a la investidura el próximo 17 de junio para revalidar el bastón de mando al ser el PSOE la fuerza más votada, aunque si finalmente PP y Vox llegasen a un acuerdo que le impidiera continuar al frente de la alcaldía, tomará posesión de su acta como concejal.
"Quiero seguir siendo el alcalde de Guadalajara porque gané las elecciones el pasado día 28 con contundencia y con esos resultados lo seguiría siendo en cualquier ciudad de Europa menos aquí", ha insistido Alberto Rojo, reiterando su petición al Partido Popular para que "respete" la lista más votada "evitando los pactos de perdedores con los que solo persiguen el poder por el poder".
No discute que "hay un riesgo más que evidente" de que la candidata del PP, Ana Guarinos, a la que aventajó 10 puntos porcentuales en el escrutinio, "se entregue a la ultraderecha" para ser alcaldesa, algo que, en todo caso, cree que tendrán que explicar muy bien a la ciudadanía de Guadalajara.
Su labor, a partir de ahora, desde el puesto que le competa, será el de defender los avances que han conseguido desde el Ayuntamiento para la ciudad, y eso pasa por seguir trabajando por cuestiones como poner una solución al tráfico de Cuatro Caminos o la ampliación del museo del Palacio del Infantado para albergar un espacio permanente con obras del Prado. "No voy a permitir que proyectos como estos se pierdan", ha referido, reprobando a quienes solo buscan el poder por el poder.
Por todo ello, asume con "responsabilidad y como un nuevo reto" ser el 'número uno' a la Cámara Baja, y lo hace con el claro objetivo de trabajar para que Guadalajara "no dé un paso atrás" en lo que hasta ahora han conseguido. "Quien me conoce sabe que mi forma de actuar es la del avance y la ayuda y lo haré desde el Ayuntamiento y desde el Congreso", ha concluido.
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