García Molina, natural de Barcelona y partidario de un referéndum en Cataluña sobre la independencia, ha asestado un duro revés al presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page. Con la noticia en todos los medios, el ejecutivo castellanomanchego tuvo que desautorizar que en esa reunión José García Molina acudiera en calidad de vicepresidente del ejecutivo regional. El Partido Popular ha reclamado el cese fulminante de García Molina. El PP considera que el responsable último de la situación es García-Page “por haber hecho un gobierno de coalición con un partido radical”.
Desde primeros de septiembre y ante la situación que se iba sucediendo en Cataluña, el PP ha ofrecido reiterada y públicamente su apoyo al gobierno regional si cesaba a los miembros de Podemos del gabinete y aplicaba una bajada de impuestos, así como una mayor dotación de fondos para la sanidad. La oferta ha sido rechazada y tachada como una oferta trampa desde el Grupo Socialista.
Tras el revuelo político levantado con el comunicado del encuentro, el equipo de García Molina ha matizado y ha anunciado que la reunión con Junqueras se producirá en calidad de secretario general de Podemos de Castilla-La Mancha.
El conflicto ha hecho patente un proceder del que ya había dado cuenta clm21.es: que los comunicados de prensa de los miembros del ejecutivo pertenecientes a Podemos no eran difundidos por los servicios oficiales de prensa del Gobierno, dependientes del vicepresidente primero, sino por los servicios de prensa del partido morado. El gobierno se sentía cómodo con esa situación hasta que ha estallado el conflicto. De hecho, la nota del nombramiento del director general de Participación, perteneciente a Podemos, fue distribuida desde el partido y no desde el gobierno. Este procedimiento cuestiona el argumento ofrecido desde el ejecutivo en el sentido de que la visita no se producía en calidad de vicepresidente, porque no figuraba ni en las previsiones informativas sobre las actividades de los miembros del ejecutivo
En su trayectoria en Castilla-La Mancha, García Molina no se ha mostrado como un líder irreflexivo, sino pausado y calculador, en plena sintonía con Pablo Iglesias. El movimiento de hoy ha sido un zarpazo a los constitucionalistas, al PSOE y a quien le nombró vicepresidente del Gobierno, Emiliano García-Page, que actualmente se encuentra en pleno proceso interno de primarias y en vísperas del congreso regional del PSOE-PSCM.
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