Agosto, cuyos datos acaban de hacerse públicos, fue el mes que más influyó en ese retroceso del turismo en la Comunidad. El número de visitantes fue de 215.079 personas, 6.496 menos que el año pasado (2,93%) y las pernoctaciones se elevaron a 381.678, que son 3.797 menos que en 2016.
El descenso del turismo a nivel regional se produce en un escenario de mayor movimiento de viajeros a nivel nacional.
Entre julio y agosto visitaron nuestra región 78.684 turistas extranjeros y 328.726 nacionales. Mientras que el turismo extranjero se incrementó en 6.820 personas, el nacional cayó con fuerza en 11.787 ciudadanos. Esta misma ecuación se dio en las pernoctaciones que se incrementaron entre los extranjeros en 13.768 personas y cayeron en 20.742 entre los nacionales.
A pesar de estos malos datos, en los últimos doce meses han visitado Castilla-La Mancha 2.169.833 turistas, con una tasa anual de crecimiento del 4,42 por ciento. Las pernoctaciones en esos doce meses llegaron a 3.623.931, con un aumento del 3,96%. Toledo sigue siendo el principal foco de atracción, con 789.094 visitantes en los últimos doce meses, y esa atracción la ejerce tanto entre los nacionales (uno de cada tres turistas españoles que visitan Castilla-la Mancha eligen Toledo) como entre los extranjeros, que lo hacen dos de cada tres. De hecho Toledo es la provincia que contabiliza el 35% de las pernoctaciones totales, que en el caso del turismo extranjero la cifra se eleva al 58 por ciento.
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