En este periodo se han emitido en las carreteras españolas 1.607.062 denuncias por exceso de velocidad, un 4% más que en 2016. De ellas, 186.120 fueron en Castilla-La Mancha, la tercera Comunidad con mayor volumen de sanciones por velocidad después de Andalucía y Castilla y León.
De hecho, entre los 5 radares que más multan en la región, suman 86.680 denuncias, por valor de 3.288.290,91 euros.
En cuanto a la localización de esto radares tan atareados, 3 de ellos están en Toledo. El primero en volumen de multas, con 21.132 denuncias y 726.725 euros recaudados, está en la carretera M-305, km 0,7, un tramo limitado a 60 km/h a la altura de Aranjuez. El segundo radar es el de la carretera CM-4008, en el km 2,8. Con 16.952 denuncias y 623.000 euros recaudados, este radar fijo se sitúa entre los municipios de Ugena y Carranque. Por último, el radar fijo situado en la A-42, km 71, el famoso dispositivo ubicado en la capital en sentido Ciudad Real, enfrente del barrio de Santa Bárbara y la estación del AVE, que ha cosechado 16.422 denuncias en 10 meses y 729.915 euros.
Otro de los 25 radares que más multas de velocidad ponen de España está en Ciudad Real, en la A-4, en el km 230,8. Este dispositivo fijo, ubicado justo en el punto en el que la Autovía del Sur desemboca en Almuradiel, ha puesto 18.425 denuncias y ha recaudado 595.750 euros.
Por último, con 13.749 denuncias y una recaudación de 612.900 euros, hay que destacar el radar fijo de la A-3 km 156,5 en la provincia de Cuenca, en plena Autovía del Este, a la altura de Castillo de Garcimuñoz.