El Ministerio de Economía ha destacado que el crecimiento se ha apoyado en la demanda interna, con un aumento del consumo de los hogares del 1,2% y un repunte de la inversión del 1,7%. El gasto público también ha aumentado un 1,1%, su mayor alza en un año. Por sectores, los servicios y la industria han moderado su avance, mientras que la agricultura ha vuelto a terreno negativo (-0,4%).
En contraste, el sector exterior ha restado seis décimas al PIB, debido a que las exportaciones han caído un 0,6% y las importaciones han crecido un 1,1%.
En términos interanuales, la inversión se ha disparado un 7,6%, su mayor incremento desde 2021, impulsada por la vivienda y los bienes de equipo. El empleo ha aumentado un 3,3%, sumando 16 trimestres al alza, aunque la productividad por trabajador ha retrocedido un 0,5%.
El Ministerio de Economía considera que estos datos “han confirmado el dinamismo de la economía española” y han respaldado las previsiones que sitúan a España como una de las economías avanzadas con mayor crecimiento en 2025.