Esta evolución provocó que el total de facturas pendientes de pago de Castilla-La Mancha pasase a representar el 2,14% del total del dinero que las Comunidades Autónomas debían a sus proveedores, frente al 2% de 2016.
En total las regiones españolas lograron reducir las cantidades pendientes de abono en 1.070 millones de euros desde los 6.880 millones en 2016 a los 5.810 en 2017. La Junta en cambio incrementó la cuantía de 137,53 a 156,28 millones.
2017 fue para los proveedores sanitarios un buen año, en la medida que las administraciones autonómicas que son sus principales clientes les dejaron a deber 3.527 millones de euros, 493 menos que en 2016. Sin embargo en el caso de Castilla-La Mancha, estos suministradores de bienes y servicios vieron cómo la deuda de la junta se incrementaba en 2017 de los 85,91 millones de euros de 2016 a los 98 millones. Castilla-La Mancha fue una de las siete Comunidades donde creció el dinero que se adeudaba a proveedores sanitarios. En cambio Madrid y Galicia lograron reducir considerablemente la cantidad pendiente de pago. Madrid de 551 millones a 274 y Galicia de 240 millones a 55.
A final de 2017, la región que más dinero debía a sus proveedores era Cataluña. Sus 1.733,29 millones representaban el 29,83% de lo que debían todas las regiones españolas. Más de la mitad de la deuda catalana con sus proveedores tenía su origen en la sanidad, en concreto 961 millones de euros.