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El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, en una visita a las instalaciones de SECALSA.
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El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, en una visita a las instalaciones de SECALSA. (Foto: Ignacio López//JCCM)

Incarlopsa recibió el 9,5% de las Ayudas de Fomento de la Calidad Agroalimentaria de la convocatoria de 2015

miércoles 21 de marzo de 2018, 20:43h

Dicen que en los negocios hay mucho de gestión y un poco de suerte. Y en el caso de Incarlopsa uno de esos momentos de suerte le vino dado por el hecho de que el gobierno del presidente García-Page modificara en 2015 los criterios establecidos en la orden de 2009 para acceder a las ayudas de la línea (FOCAL), levantando las restricciones a grandes empresas. El 31 de diciembre de 2016, el gobierno del presidente García-Page concedió a Industrias Cárnicas Loriente Piqueras una subvención de 3.478.658,68 euros y a Secaderos de Almaguer Sociedad Anónima una de 1.274.013,75. Eso las convertía en la segunda y la cuarta compañía más bonificadas de la convocatoria.

La norma de 2009 que regulaba las bases de las ayudas del FOCAL dentro del Programa de Desarrollo Rural 2007-2013 de la Unión Europea establecía que, en el caso de grandes empresas sólo se podrían beneficiar las compañías “con menos de 750 empleados o un volumen de negocio anual inferior a 200 millones de euros”.

Una nueva normativa de la Consejería de octubre de 2015 permitió el acceso a las grandes compañías, entre ellas a Incarlopsa, a las subvenciones FOCAL del periodo 2014-2020. Estas empresas no habían podido recibir subvenciones en el FOCAL 2007-2013

Con esa redacción, Incarlopsa y su filial SECALSA se quedaron sin las ayudas que solicitaron en la convocatoria de 2011. Ambas compañías recurrieron la decisión del gobierno argumentando que sí cumplían los requisitos establecidos como gran empresa. Sin embargo, los tribunales terminaron por dar la razón al gobierno anterior y condenar en costas a las compañías del grupo Incarlopsa. Entre los argumentos que pesaron en el fallo judicial figura que, a efectos de los requisitos, debían computarse tanto la cifra de negocios como la de trabajadores de la empresa consolidada y que según las cuentas correspondientes al último ejercicio cerrado no se cubrían ninguna de esos dos requisitos, al tener 781 trabajadores (número medio total anual) y superar los 200 millones de facturación. En concreto, el volumen de negocios del grupo consolidado Incarlopsa ascendía a 395.658.755€ (Certificado de Auditor Externo de fecha 4-4-2011 relativo al ejercicio 2010).

Las ayudas solicitadas por Secadero de Almaguer Sociedad anónima (SECALSA) fueron para un proyecto de "mejora tecnológica 2011" y para el proyecto "ampliación de salazón y secadero de jamones", ambos en Olías del Rey (Toledo). En el caso de la matriz, Incarlopsa, las ayudas solicitadas fueron para un proyecto de inversión en Tarancón y otro para ampliación de equipamiento también en la planta de Tarancón.

Las Sentencias del Tribunal Superior de Justicia que ratificaban el proceder del gobierno anterior fueron dictadas el 1 de abril de 2015 por la sección primera de la Sala de lo Contencioso Administrativo.

Tras las elecciones de mayo de 2015, el 4 de julio tomó posesión como presidente de Castilla-La Mancha Emiliano García-Page, unos días después nombra consejero de Agricultura a Francisco Martínez Arroyo. El 20 de octubre el nuevo consejero firma una orden por la que deja de estar vigente la orden de 2009 que regulaba las ayudas del FOCAL 2007-2013 y entra en vigor la nueva orden, por la que se establecen las bases reguladoras de las ayudas a inversiones en transformación, comercialización o desarrollo de productos agrícolas y al fomento de la calidad agroalimentaria (Focal 2014-2020) en el marco del Programa de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha 2014-2020.

La nueva normativa favoreció el acceso de las grandes compañías a estas ayudas, que anteriormente no podían recibir las que tuvieran más de 750 empleados o facturasen más de 200 millones de euros anuales

En la regulación para el nuevo periodo desaparece en el apartado de beneficiarios la mención a grandes empresas y a los requisito que deben reunir, y ya sólo se dice que “podrán acogerse a las ayudas previstas en la presente Orden las personas físicas o jurídicas titulares de industrias agroalimentarias localizadas o que se vayan a localizar en Castilla-La Mancha y dedicadas a la transformación y/o comercialización de productos agrícolas del Anexo I del Tratado, excepto los productos de la pesca”.

En cambio, en las definiciones de la norma sí se hace una segmentación de tipos de compañías, para determinar los baremos de porcentajes subvencionables, algo que a fin y a la postre también tendrá su incidencia en las ayudas de 2015 a Incarlopsa y SECALSA. Se distingue entre empresas micro, pequeñas, medianas, no pymes intermedias y empresas no pymes grandes. Las ayudas máximas a las pymes son del 50% de la inversión, a las no pymes intermedias del 25% y a las grandes del 12,5%. Ahora a las grandes se las define como las que “ocupan al menos a 750 personas y cuyo volumen de negocios anual es al menos de 200 millones de euros y cuyo balance general anual excede de 43 millones de euros para grandes empresas”. Lo que en el anterior periodo eran topes máximos para el nuevo periodo pasan a ser topes mínimos.

La orden se publica dos días después, el 22 de octubre de 2015. El 6 de noviembre, el Director General de Industrias Agroalimentarias y Cooperativas, Agapito Portillo Sánchez, firma la orden por la que se convocan las ayudas de 2015. El total para las ayudas es de 50 millones de euros repartidos en dos anualidades, la de 2016 por 5 millones y la de 2017 por 45 millones.

Y cosas de la suerte, la fortuna se le vuelve a aparecer a Incarlopsa y SECALSA el 31 de diciembre de 2016. El último día del año y a unas horas para que finalice el ejercicio contable de la administración y de la mayoría de las empresas, la Consejería dicta resolución por la que se concede las ayudas del FOCAL 2015. A Industrias Cárnicas Loriente Piqueras se le otorga una subvención de 3.478.658,68 euros y a Secaderos de Almaguer Sociedad Anónima una de 1.274.013,75. Entre las dos empresas se llevan 4.752.672,43 euros, lo que equivale al 9,5% del presupuesto de 50 millones establecido para todas las empresas. En el listado de beneficiarios de las subvenciones se contemplan ayudas a casi 200 compañías.

Lo del nuevo cruce de la suerte se produce porque las ayudas se conceden justo unas horas antes de cerrar el ejercicio de 2016. A resultas de la jurisprudencia establecida por el TSJ y el Tribunal Supremo los requisitos a cumplir y los baremos de porcentajes de subvención deben responder al volumen de la compañía en 2015, último ejercicio cerrado. Incarlopsa declaró ventas en 2015 por valor de 509,7 millones de euros y obtuvo beneficios por valor de 29 millones de euros. El número medio de trabajadores declarados en 2015 fue de 676, trabajadores. Ambos datos la situarían en empresa no pyme intermedia. Unas horas después de la concesión, el grupo Incarlopsa cierra el ejercicio de 2016 y lo hace con 1.227 empleados de media en el año, con una facturación de 530,38 millones de euros y unos beneficios de 31 millones de euros, lo que la hace saltar de escalón y la sitúa como gran empresa.

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