FEDEA advierte de la dificultad de las Comunidades para cumplir el déficit por una sobrevaloración de sus ingresos

El informe denominado “Análisis de los presupuestos de las Comunidades Autónomas: cumplimiento 2017 y valoración 2018” apunta a tres factores de riesgo: En el apartado de gastos que el ajuste será más limitado por estar en año preelectoral. En el apartado de ingresos, por un lado que se contemplan unas entregas del Estado sin que se hayan aprobado los presupuestos generales y por otro la existencia de una sobrevaloración del resto de los ingresos. Una práctica esta última bastante habitual, aunque en 2017 se redujo considerablemente el volumen pero no de forma homogénea.

Así, el pasado año las regiones que presentan mayores desviaciones entre el Resto de Ingresos presupuestados y los que obtuvieron realmente en el cierre de la Ejecución Presupuestaria fueron Extremadura (que alcanza una desviación del 2% PIB), Andalucía (1% del PIB), La Rioja (0,8% del PIB) y Castilla-La Mancha (0,7% del PIB). El gobierno de Castilla-La Mancha fue así el cuarto que más infló su presupuesto en las partidas de ingresos no vinculados al sistema de financiación y que incluyen fundamentalmente los ingresos por tributos propios y por transferencias. El gobierno regional mantiene sin hacer públicos los datos de la ejecución final del presupuesto a 31 de diciembre.

En el caso de nuestra Comunidad, ese porcentaje de ingresos inflados equivale al déficit registrado por las cuentas de Junta, que incumplió el objetivo del 0,6%.

El gobierno de Castilla-La Mancha no llegó a cumplir el objetivo de déficit a pesar del entorno económico-financiero favorable al conjunto del sector autonómico, que tuvo sus elementos más destacados en un incremento de la recaudación por la liquidación definitiva de la financiación en 2015, que repartió 1.200 millones adicionales entre las comunidades autónomas y en que los ajustes en términos de contabilidad nacional que normalmente son negativos y que en 2017 fueron positivos en 2.000 millones.

De cara a 2018, el informe advierte que “en el caso de que finalmente no se aprueben los PGE 2018, el cumplimiento del objetivo de déficit no sería seguro”.

Teniendo en consideración toda esta información y “sabiendo, que la desviación en el déficit de este subsector procede, en su mayor parte, de una sobrevaloración en los ingresos”, FEDEA comprueba si las Comunidades Autónomas han sido realistas en la elaboración del presupuesto de ingresos en 2018 y concluye que “existe mucha persistencia en el error de predicción del resto de ingresos” (los que no son del sistema de financiación).

Los investigadores de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, una vez analizados los documentos presupuestarios de las Comunidades Autónomas, advierten que “las regiones en su conjunto han vuelto de nuevo a sobrevalorar el presupuesto de ingresos, puesto que este incremento no está soportado por medidas adicionales de ingresos” En el caso de Castilla-La Mancha estima que la recaudación prevista por el resto de ingresos supera en un 0,8% del PIB la realizada en 2017.

El informe estima que “las CCAA han estimado en sus presupuestos para el año 2018 unos ingresos superiores en 8.000 millones de euros a los ingresos no financieros de cierre de 2017. Este incremento de los ingresos se explica a través de las mayores entregas a cuenta y liquidaciones previstas en el proyecto de PGE de 2018 por importe de 4.000 millones de euros. Los 4.000 millones de euros restantes se corresponden con el aumento previsto en los presupuestos de las CC.AA de los recursos no sujetos a entregas ni liquidaciones. Al no observar medidas adicionales que aumenten los ingresos, creemos que esta última partida está sobrevalorada”

Respecto a los gastos, el documento se hace eco de que las comunidades han anunciado un aumento de los gastos no financieros de unos 6.000 millones.

Estas previsiones de ingresos y gastos lleva a los investigadores a concluir que “aunque el cierre del déficit en 2017 (0,32% del PIB) es menor que el objetivo en 2018 (0,4% del PIB), creemos que el cumplimiento del objetivo de déficit va a estar complicado por dos motivos: el agotamiento de los efectos extraordinarios que afectaron al ejercicio anterior y la sobrevaloración observada de los ingresos no sujetos al sistema de financiación. Por otro lado, el año 2018 es un año preelectoral, por lo que, el ajuste en gastos será más limitado”.