Según las previsiones de Funcas, el PIB de Castilla-La Mancha crecerá un 2,6% este año y un 2,3% el próximo. La previsión para la tasa de desempleo es del 18,5% para 2018 y el 17% para 2019. Las estimaciones de este centro de estudios, ligado a la obra social de la Confederación española de Cajas de Ahorro, consideran que el conjunto del país registrará un crecimiento del 2,6% en 2018 y 2,2% en 2019.
En su análisis de situación, Funcas señala que “Castilla-La Mancha registró el pasado año un crecimiento inferior a la media nacional en todos los sectores económicos, aunque la evolución fue especialmente débil en el agrícola”.
Respecto a 2018, el centro de estudios considera que los indicadores de actividad apuntan a “una ligera desaceleración en la industria, que sería más que contrarrestada por el tono más dinámico de los servicios. Los sectores que impulsan sus exportaciones son, al igual que el año pasado, bebidas y bienes de equipo, aunque a menor ritmo que en 2017. La construcción, por su parte, mantiene un tono moderado semejante al del pasado año, con el impulso procedente fundamentalmente de la obra residencial”.
Sobre la otra gran magnitud, el empleo, Funcas señala que “el crecimiento del empleo en los nueve primeros meses del año, según la afiliación a la Seguridad Social, fue del 3,4%, ligeramente por encima de la media y en aceleración sobre el pasado año. Cabe destacar el buen dato de la industria, un 3,8%, aunque en este caso sufre una desaceleración en comparación con el pasado ejercicio. Según la EPA, el incremento del empleo en los tres primeros trimestres fue del 2,6%, y la tasa de desempleo se situó en el 16,7% en el tercer trimestre, inferior en 1,9 puntos porcentuales a la registrada en el tercer trimestre del año anterior”. Las previsiones de paro sitúan a Castilla-La Mancha como la cuarta Comunidad con mayor tasa de desempleo, en un escenario en el que algunas regiones españolas necesitarán mano de obra tras una drástica reducción del paro y un fuerte dinamismo.
Respecto a las finanzas públicas, el servicio de estudios destaca que el último dato conocido sitúa el déficit de nuestra Comunidad entre los más altos del país. “Castilla-La Mancha obtuvo un déficit del 0,71% del PIB en el año 2017. En los ocho primeros meses del año actual arrojó un déficit del 0,43% del PIB -uno de los más altos del país-, superior al dato del mismo periodo en el año precedente, que fue del 0,25%. El incremento del déficit se produce por uno de los más altos aumentos en los gastos (6,5%), que sobrepasa en casi dos puntos la subida de los ingresos”.
El informe destaca el elevado peso de la deuda pública regional: “En cuanto a los principales desafíos para los próximos años -dice-, conviene mencionar la deuda pública. Esta se mantiene en niveles elevados con respecto a la situación anterior a la crisis, especialmente en la Comunitat Valenciana y Castilla-La Mancha”.
Respecto a la economía nacional, Funcas estima que el menor crecimiento en lo que llevamos de año refleja, por una parte, la pérdida de dinamismo del sector exterior, especialmente del turismo.
La economía española creció en los tres primeros trimestres del año a un ritmo intertrimestral estable, con tasas del 0,6%, según Funcas. Son tasas inferiores a la registradas el pasado año, de modo que, en términos interanuales, “el crecimiento se ha reducido hasta el 2,5%, desde el 3% registrado en 2017”.
En el análisis de los diferentes sectores productivos nacionales, Funcas considera que el que más ha crecido en el acumulado de los tres primeros trimestres del año ha sido la construcción, seguido de los servicios y la industria. “Esta última creció al ritmo más bajo desde 2013, reflejando la debilidad de las exportaciones”.
A juicio de Funcas, “el menor crecimiento de la economía nacional refleja, por una parte, la pérdida de dinamismo del sector exterior, especialmente del turismo. Este se resiente de una cierta saturación en los lugares de destino más populares durante los meses de verano, así como de la competencia de otros países. El sector del automóvil también ralentiza sus ventas en el exterior. En su conjunto, las exportaciones del sector del automóvil y del turismo representan cerca del 30% del total de los ingresos de ventas de bienes y servicios en el exterior. En cuanto a la demanda interna, se espera una moderación de su crecimiento, por la ralentización del consumo privado, constreñido por la baja tasa de ahorro de las familias”.
El deterioro de la actividad turística ha repercutido, en mayor o menor medida, en todas las Comunidades Autónomas que son grandes receptoras de turistas. En cambio, Funcas concluye que “el freno de las exportaciones de bienes no ha perjudicado concretamente a las principales regiones exportadoras o industriales. Es más, la mayoría de las que exportan por encima de la media nacional han registrado hasta agosto una aceleración de sus ventas al exterior en comparación con el pasado año, o bien una ralentización más moderada que la media nacional. Por otra parte, pese a que la construcción ha sido el sector más dinámico, tampoco se puede decir que haya sido este el principal motor en las regiones de mayor crecimiento”.
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