Según Funcas, el Producto Interior Bruto llegará a final de año a los 43.249 millones de euros y el del conjunto de España a 1,25 billones de euros. El crecimiento bruto, por tanto será del 3,2%, pero una vez deflactado se quedará en ese 2,2%. Este crecimiento permitirá cerrar el año con 752.900 ocupados, 16.300 más que a finales del año pasado, lo que supone un 2,2%, tres décimas más de la previsión media nacional que se sitúa en el 1,9%. Este crecimiento de la ocupación y el descenso de la población activa previsto en 3.000 personas (-0,3%) permitirá rebajar el paro hasta las 154.700 personas, con una caída del 13,4%, cuatro puntos más que la media del país. Funcas estima que a final de año la tasa de paro en Castilla-La Mancha será del 15,8%, cinco puntos menos que dos años antes, aunque todavía dos puntos por encima de la media nacional que será del 13,8%
Esta evolución situará el PIB por habitante a final de año en el 81% de la media nacional, 4,6 puntos más que en el año 2000 y nueve décimas por encima de de los valores previos al estallido de la crisis económica.
El panel de Funcas prevé una mejora de la competitividad por ocupado del 0,2% en 2019, una décima por debajo de la que estima para el conjunto del país.
La mayor variación del Valor Añadido Bruto la registran la agricultura (6,4% en 2018) y la construcción (8,4%), sin embargo la industria sólo creció a un ritmo del 0,4%, según los datos de Funcas, que fija en el 2,7% el incremento del PIB castellano-manchego del sector servicios.