Claves, Economía | Tras Clarel y Douglas, Marionnaud acusa la falta de rentabilidad del sector
La crisis llega al perfume, las grandes cadenas cierran tiendas y destruyen empleo
- En Castilla-La Mancha ya ha supuesto el cierre de 6 perfumerías y otras dos están en el aire
- Cientos de empleos en la región dependen de la marcha de un sector inmerso en una profunda reestructuración
martes 24 de septiembre de 2019, 21:00h
El sector de las perfumerías vive una época convulsa. Si hace unos años eran la moda y el retail los que acusaban los efectos de la parálisis económica en el país, que propició una avalancha de quiebras y concursos de acreedores con la consiguiente desaparición de numerosas marcas, algunas de ellas míticas, ahora son las cadenas de perfumerías de venta al por menor las que deben capear el temporal en un mercado que se ha visto sobrepasado por forzar su monopolización. Esta situación ha supuesto el cierre de ocho establecimientos en Castilla-La Mancha y la desaparición de sus consiguientes puestos de trabajo.
Hace dos años, en 2017, las principales marcas de perfumerías que operaban en España saltaban a los titulares por ambiciosos proyectos de expansión basados en la absorción de marcas para lograr una mayor presencia en el sector nacional. De esta forma, en apenas unos meses la alemana Douglas compró a Body Bell y la red de Perfumerías IF, adquiridas a Eroski; Druni, por su parte, se hizo con 300 establecimientos gracias a la adquisición de Perfumerías Atalaya y Gilgo. Una tendencia a la agrupación en grandes compañías que se disputaban el control del sector junto a otras marcas como Sephora (propiedad del conglomerado LVMH), El Corte Inglés o Clarel, tras la cual se encontraban los sospechosos habituales, fondos de inversión en busca de un mercado rentable.
Meses después, la rentabilidad del sector no ha sido la necesaria para soportar el elevado coste de las políticas expansionistas de las principales marcas, todo ello en un escenario en el que la economía nacional comienza a acusar los primeros síntomas de la desaceleración económica.
La última en sufrir los estragos de la reestructuración del mercado de las perfumerías en España es la francesa Marionnaud, que ha tomado la decisión de eliminar su presencia en la Península, cerrando los 46 establecimientos que posee en España y Portugal.
Esta drástica decisión, motivada por la necesidad de optimizar la rentabilidad de la compañía, supondrá la desaparición de 270 puestos de trabajo, entre los que se incluyen los generados por los dos establecimientos que Marionnaud posee en Castilla-La Mancha: uno en Ciudad Real y otro en Cuenca.
El de Marionnaud no es más que otro capítulo en la historia de un sector en constante cambio en los últimos meses. Con la crisis del Grupo Dia a principios de este año vino el primer bandazo, esta vez para Clarel, perteneciente al grupo empresarial desde 2013.
Clarel registró pérdidas por valor de 49 millones en 2018 y su valoración se vio rebajada en hasta 100 millones de euros, por lo que el Grupo Dia comenzó la búsqueda de comprador, quedando en el aire el futuro de las 41 tiendas que tiene repartidas por la región. Finalmente el 6 de septiembre el nuevo equipo de Día anunció la paralización de la venta, tras nueve meses sin encontrar a un comprador dispuesto a asumir el precio marcado.
El verano del año pasado, inmediatamente después de absorber la red de tiendas en el mercado español de Perfumerías If y Bodybell, la alemana Douglas, propiedad del fondo CVC Capital Partners, se vio obligada a acometer un rígido plan de reestructuración que incluyó un expediente de regulación de empleo sobre 266 puestos de trabajo y el cierre de 53 tiendas, con el fin de salvar las cuentas de la compañía, que había registrado 161,9 millones en pérdidas en 2017. Una de las Comunidades más afectadas por el cierre de establecimientos fue Castilla-La Mancha, que sufrió la desaparición de seis locales de la marca Body Bell.
Además, Douglas anunció el pasado mes de julio una modificación sustancial de las condiciones de trabajo para los nuevos establecimientos incorporados a la marca, basada en una unificación de salarios y horarios, hecho que ha provocado el descontento entre los empleados, que organizaron varias jornadas de huelga, como es el caso de los establecimientos Body Bell en Castilla-La Mancha, hasta alcanzar un acuerdo con los sindicatos.