Castilla-La Mancha cerró 2019 con un déficit de 515 millones, en un escenario de incumplimiento generalizado por parte de las Comunidades Autónomas
- El sector autonómico alcanzó un desajuste del 0,55% del PIB y Castilla-la Mancha del 1,2%.El límite estaba establecido en el 0,1%
- El aumento del gasto social y de las retribuciones a funcionarios y el peor comportamiento de ingresos, causas del déficit
miércoles 15 de abril de 2020, 22:00h
Ninguna de las Comunidades Autónomas de régimen común cumplió en 2019 el objetivo de déficit establecido en el 0,1% del PIB (1.245 millones de euros para las 17 Autonomías). La cifra de déficit del conjunto de las administraciones públicas se situó en 6.795 millones de euros (0,55% del PIB), a pesar del superávit registrado en las dos regiones con régimen foral, Navarra (98 millones) y País Vasco (328 millones). Valencia, con un déficit del 1,91%, Murcia (1,72%), Extremadura (1,24%), Castilla-La Mancha (1,2%) y Aragón (1,01%), fueron las regiones españolas que presentaban mayor necesidades de financiación. En el caso de Castilla-La Mancha, el déficit alcanzado fue de 515 millones de euros, muy alejado de los 45 establecidos como tope.
Tras un buen comportamiento de las cuentas del conjunto autonómico, en 2019 se invirtió la tendencia de mejora paulatina. La causa fue un peor comportamiento de los ingresos y una aceleración del gasto. Así mientras el incremento del gasto regional fue un 5,1%, (1,4 puntos porcentuales por encima del contabilizado en 2018), los ingresos aumentaron sólo el 3,3%, menos de la mitad que en 2018, cuando crecieron a un ritmo del 7%. Los factores que impulsaron el crecimiento del gasto fueron las políticas sociales (crecimiento del 4,9%) y la remuneración de los funcionarios (5,5%), mientras se contrajo el gasto en formación bruta de capital fijo (inversiones), en un 1,5%.
El aumento del gasto social se debió al incremento en conciertos de asistencia sanitaria en un 6,8% hasta los 5.717 millones, 366 millones más que un año antes, en conciertos educativos en un 4,4%, con un importe de 6.655 millones, 279 millones más que en 2018, y el gasto en farmacia en un 2,4%, y 257 millones, con un total de 11.108 millones.
La caída de los ingresos por hidrocarburos por un cambio normativo y la retención de la liquidación del IVA de 2017 por un importe de más de 2.500 millones de euros fueron elementos determinantes en el desequilibrio de las cuentas autonómicas. La retención de esos fondos permitió al gobierno central presentar un balance particular de reducción del déficit en 2.024 millones respecto a 2018. De haber librado esos fondos que correspondía a las Comunidades, el gobierno central hubiera empeorado su déficit respecto a 2018 en valores absolutos y hubiera alcanzado un déficit del 1,32%, dos décimas del que finalmente presentó e igual que el obtenido un año antes.
En el caso de Castilla-La Mancha el déficit de 515 millones contrasta con el registrado en 2018 que fue de 152 millones. Los ingresos de la Comunidad crecieron un 2,1%, a menor ritmo que los del conjunto autonómico, y los gastos lo hicieron a mayor escala, en un 7,3%.
De los 7.504 millones de gasto no financiero ejecutado por la Junta de Comunidades en términos de contabilidad nacional, 3.843 fueron destinados a personal, con un aumento del 4,7% respecto a 2018. Las subvenciones y prestaciones sociales aumentaron un 5,15% hasta los 1.265 millones de euros. El gobierno regional también incrementó el gasto en inversiones y, así, la formación bruta de capital fijo alcanzó los 324 millones de euros, un 23,7% más que en 2018.
El gasto no financiero de la Junta en 2019 equivalió al 17,52% del Producto Interior Bruto de Castilla-la Mancha, seis décimas por encima del registrado en 2018.