La empresa textil Blanco ha anunciado esta semana que presentará un nuevo expediente de regulación de empleo, el tercero desde el año 2013, lo que denota las dificultades por las que atraviesa la marca tras el inicio de la crisis en el sector de la moda en España.
Albacete, Guadalajara, Toledo y Seseña, localidades de la Comunidad donde está presente la marca
En Castilla-La Mancha, Blanco cuenta con cuatro tiendas situadas en Albacete, Guadalajara y Toledo, así como dos centros logísticos en Seseña (Toledo). Tras los primeros expedientes de regulación de empleo, los comercios de la Región ya se vieron amenazados, cerrándose el local outlet del que disponían en Olías del Rey (Toledo) y con la amenaza de cierre cerniéndose sobre la otra tienda de la capital manchega, (abierta tan solo unos meses antes) y uno de los centros logísticos de Seseña.
Tres años de inestabilidad, pérdidas y despidos
Tras finalizar el ejercicio 2012 con pérdidas por valor de 33,52 millones de euros, en junio de 2013 Blanco presentó un concurso de acreedores, el mayor de la historia de la moda en España. En julio de ese mismo año, la compañía gallega controlada por el empresario Bernardo Blanco, se acogió al primer ERE, que se saldó con el cierre de 50 establecimientos y el despido de 711 trabajadores en España.
La entonces matriz del grupo, Avance y Diseño, decidió vender la compañía en 2014 al grupo saudí Alhokair por 40 millones de euros, lo que dio un pequeño respiro a la marca. Se reorganizó el equipo directivo y se redujo la red de tiendas, que en la época expansiva sumaban más de 250 establecimientos, con una plantilla de 3.000 trabajadores.
Un fondo dubaití compró la compañía en junio por 83 millones de euros
En 2015 Alhokair decidió presentar un nuevo expediente de regulación de empleo en el que se vieron afectados 150 empleados. Ante la imposibilidad de revitalizar la economía de la compañía, con pérdidas superiores a los 12 millones de euros tras el cierre de 2015, el grupo saudí optó por vender Blanco a un fondo dubaití por 82,9 millones de euros en junio de este año.
El nuevo fondo de inversión ha entrado con fuerza en la compañía textil ya que, según fuentes de la propia empresa, “cree en el producto y en el concepto de Blanco, pero ve necesario un nuevo ERE y redimensionar la compañía”. Fruto de esta filosofía es el nuevo ERE anunciado el pasado miércoles y cuyas dimensiones aún se desconocen.
La compañía se ha comunicado con los representantes de los trabajadores, así como con aquellos centros que no disponen de representación sindical, para que la designen. El primer paso será un periodo de consulta hasta el 3 de octubre, mientras que la dirección de la cadena se reunirá en Londres para ultimar los detalles del ERE.