El ejecutivo necesito acudir de forma importante al crédito durante el último mes para hacer frente a sus obligaciones de pago. En concreto se endeudó por 527 millones de euros, el 10 por ciento del total de los ingresos registrados hasta la fecha. Esa medida, que tuvo un coste ligeramente superior a los 25 millones de euros, le permitió resolver sus obligaciones reconocidas y evitar las tensiones de tesorería. Esa necesidad de crédito deriva de un mal comportamiento de la recaudación de los ingresos propios.
A pesar de haber incrementado la fiscalidad en los impuestos de sucesiones, donaciones, transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, el ejecutivo ni se aproxima a las cifras que había previsto de ingresos por estos impuestos que tiene transferidos. En sucesiones había ingresado al final del tercer trimestre 44,5 millones, la mitad de lo que calculó para todo el año. En donaciones, lo recaudado es la tercera parte de lo previsto y en actos jurídicos documentados los ingresos representan el 54 por ciento de las previsiones hechas por la Hacienda Autonómica. En el polo contrario, destaca el buen comportamiento del consumo y del ingreso por IVA y del IRPF, ambos impuestos regulados y gestionados desde el Ministerio.
El estado de ejecución presupuestaria confirma también que el Gobierno de Castilla-La Mancha cerró el grifo del gasto en septiembre, para tratar de controlar el déficit no financiero tal y como anticipó clm21.es. A pesar de ello, las operaciones no financieras, que son la base que se tiene en cuenta para calcular el objetivo de déficit, se cerraron con un desfase de 130 millones de euros, al gastar el ejecutivo 4.348 millones de euros, frente a unos ingresos reconocidos de 4.218 millones de euros.
De hecho, en los presupuestos de gastos las operaciones que marcan el mayor porcentaje de crecimiento son las ligadas a las nuevas emisiones de deuda y al pago del endeudamiento existente. El resto tienen un crecimiento contenido por debajo del seis por ciento, salvo los gastos de personal que crecen ocho puntos, en consonancia con lo previsto inicialmente. Destaca el bajo crecimiento de las operaciones de capital (inversiones reales y subvenciones para la inversión) que han aumentado un escaso 4 por ciento respecto al mes de agosto, a pesar de la altura de año a la que estamos. Como ya anticipó clm21.es, el gobierno que preside García-Page está jugando con parte de estas partidas y otras de compra de bienes corrientes y de servicios y de subvenciones corrientes para tratar de evitar que se le dispare el déficit y sufrir las consecuencias económicas que ello comportaría. En agosto, el ejecutivo mantenía paridas por importe de 125 millones de euros en estado de ejecución cero.
En relación al mismo mes del año pasado, las operaciones corrientes (personal, compra bienes corrientes y servicios, subvenciones corrientes y gastos financieros) crecieron un 7,48 por ciento. Sin embargo, las de capital (inversiones y subvenciones para ayudar a las inversiones de empresas, ayuntamientos y organizaciones) han caído un 32,42 por ciento.
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