La balanza comercial de Castilla-La Mancha en febrero se cerró con un saldo negativo de 52,7 millones de euros debido al auge, una vez más, del volumen de importaciones, principalmente de alimentación, bebidas y tabaco, bienes de equipo y productos químicos. El acumulado de los meses de enero y febrero deja un saldo de -113 millones de euros, pero presenta una tasa de variación anual positiva, con un incremento del 21,4 por ciento con respecto al año pasado.
El sector agroalimentario vuelve a ser el motor de la balanza comercial castellano-manchega en el mes de febrero, aportando, con 185,2 millones de euros, el 34,23 por cie541nto del total de 541 millones de euros en ventas registrados en la Región. En las compras destacan los bienes de equipo, en los que se invirtieron 182 millones de euros, el 30,6 por ciento del total de los 593,8 millones de euros que las empresas de Castilla-La Mancha gastaron en compras en el exterior.
En total, la balanza comercial de nuestra Comunidad supuso el 1,24 por ciento de los 4.516 millones de euros en exportaciones y el 1,2 por ciento de los 49.256 millones gastados en importaciones en toda España.
Por provincias, Ciudad Real mantiene el control del grueso de las exportaciones, con 167,3 millones de euros en ventas. Le siguen Guadalajara con 134,6 millones, Toledo con 121 millones de euros vendidos, Albacete con 74,1 y Cuenca con 44 millones.
En las importaciones, la provincia que más compras registró durante el mes de febrero fue, con diferencia, Guadalajara, con 333,5 millones de euros. Le siguen Toledo con 159,8 millones, Albacete con 48,1 millones de euros gastados, Ciudad Real con 41,1 y Cuenca con 11,3 millones.
En las balanzas provinciales, Guadalajara y Toledo se quedaron con un saldo negativo de 198,9 y 38,8 millones de euros respectivamente. Ciudad Real, Cuenca y Albacete, por su parte, registraron un saldo positivo con ganancias de 126,2 millones, 32,7 y 26 millones de euros respectivamente.
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