Con estas cifras, Castilla-La Mancha repite como la región más inflacionista del país, superando en 1,1 puntos porcentuales la media nacional, y con este ya son cuatro los meses consecutivos que la región lidera la carrera inflacionista del país, pese al ligero descenso registrado en el último mes.
El principal motor de la inflación en la Comunidad lo constituye el grupo de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, que experimenta un incremento del 23,3% anual en tasa anual, como consecuencia del encarecimiento de la energía principalmente. Este mismo grupo, a nivel nacional, sufre un descenso de cuatro décimas en enero respecto a diciembre, mientras que en Castilla-La Mancha se incrementó una décima.
En tasa anual, todos los grupos económicos experimentan un incremento de precios en la región, a excepción de las comunicaciones, que bajan seis décimas. Aparte de la electricidad, destaca la subida de precios del transporte (11,7%), debido a que los precios de los carburantes y lubricantes para vehículos personales suben este mes más que en enero de 2021.
En tasa mensual, se produce un descenso del coste de vestido y calzado del 12,6% como consecuencia del inicio de las rebajas de invierno y del 1% en ocio y cultura por la
bajada de los precios de los paquetes turísticos.
Atendiendo al mapa de la inflación por Comunidades, la tasa anual del IPC disminuye en enero respecto a diciembre en todas las comunidades autónomas, excepto en Galicia, donde se incrementa una décima. Los mayores descensos se producen en Aragón, Cantabria, Castilla y León, Comunitat Valenciana, Extremadura y Comunidad de Madrid, con bajadas de seis décimas en todas ellas.
Novedades en el cálculo del IPC
El INE publica hoy el primer Índice de Precios de Consumo en Base 2021. Con la implantación de la nueva base se incorporan novedades metodológicas que mejoran la precisión del indicador, así como cambios en la composición de la cesta de la compra y una nueva estructura de ponderaciones, que aumentan su representatividad.
El cambio de base es un proceso que se realiza cada cinco años, cuyo objetivo es renovar el IPC, mediante su adaptación a los cambios en las pautas de consumo de los hogares, y la incorporación de mejoras metodológicas.
De esta forma, el nuevo cálculo eleva el peso en la cesta de la compra de la hostelería, la medicina, el transporte y la vivienda; mientras que pierden peso ocio y cultura, alimentación, vestido y calzado y comunicaciones.
Asimismo, casi dos años después del inicio de la pandemia se incorporan las mascarillas a los componentes de la cesta de la compra, así como la suscripción a medios online. De igual manera, se suprimen los reproductores de DVD y de CD por su bajo consumo.
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