A finales de febrero, el déficit público de Castilla-La Mancha se situó en el 0,27 por ciento del PIB. El límite máximo de déficit para todo el año es del 0,6 porciento. El déficit del conjunto autonómico a finales del mes era del 0,07. La caída de los ingresos en Sucesiones y Donaciones y el elevado gasto farmacéutico están detrás del desfase financieras de nuestra Comunidad Autónoma que se sitúa en el grupo de regiones con mayor desviación.
Las administraciones autonómicas acumulaban un déficit a finales de febrero de 836 millones de euros. En el caso de Castilla-La Mancha el déficit de la Junta de Comunidades alcanzaba los 108 millones, lo que representa el 12,92 por ciento del total del déficit autonómico. Durante ese mes, el conjunto de las Comunidades Autónomas logró reducir ese déficit en 282 millones, que en enero alcanzó los 1.118 millones. Castilla-La Mancha mantuvo la tendencia contraria, ya que cerró enero con unas necesidades de financiación de 92 millones de euros y aumentó durante febrero hasta los 108.
En términos porcentuales en relación al Producto Interior Bruto, el déficit autonómico se situó en el 0,07 por ciento. Los gobiernos regionales no pueden sobrepasar a finales de año el 0,6 % dentro de los objetivos de estabilidad presupuestaria y de sostenibilidad financiera aprobados por el gobierno tras el acuerdo alcanzado con el PSOE, que consiguió aumentar una décima el tope previsto inicialmente por el Ministerio.
La Junta de Comunidades está en el grupo de gobiernos regionales con mayor déficit. Navarra presentó un registro del 0,75%, Murcia del 0,39 y Extremadura del 0,33. La Rioja, con el 0,01 y Asturias, con el 0,06 son las Comunidades que mejor han controlado las desviaciones de su saldo no financiero.
El desfase en Castilla-La Mancha tiene su origen en una caída de ingresos del 1,7 por ciento en acumulado de los dos primeros meses respecto al mismo periodo de 2016, mientras que el gasto se incrementó en el 12,4 por ciento. Por lo que respecta a los tributos de gestión propia, ha mostrado un buen comportamiento el de actos jurídicos documentados, mientras que el de sucesiones y donaciones presenta una caída del 45,5 por ciento respecto a igual periodo de 2016.
El crecimiento del 12,4 por ciento en los gastos se debe fundamentalmente al crecimiento excesivo de los gastos farmacéuticos y en material sanitario.
Por último, en lo relativo al gasto computable a efectos del cálculo de la regla de gasto, nuestra Comunidad presentar el peor dato del conjunto autonómico, con una variación del 14% (108 millones) respecto a 2016.
La regla del gasto es el tercer compromiso fiscal que deben cumplir las administraciones públicas y que determina que el gasto (descontados intereses) no puede crecer mas allá de las previsiones de incremento del PIB. Para este año, el umbral de cumplimiento está establecido en el 2,1%. En el agregado de las comunidades, hasta febrero de 2017 el gasto supera en un 2,6% el montante registrado en 2016. La Intervención General del Estado en su análisis delas comunidades por separado, constata que “hay una gran heterogeneidad en el comportamiento de las mismas, encontrándose siete de ellas por debajo del umbral del 2,1%, y oscilando los resultados entre el descenso del 4,0% de Castilla y León y el incremento del 14,0% de Castilla-La Mancha”.
Si (
No(
