Según los datos del Observatorio Español del Mercado del Vino, nuestro país vendió el año pasado 40,4 millones de litros al gigante asiático, un 37,2% menos que en 2021 y muy lejos del récord alcanzado en 2017, en el que superó los 134 millones de litros. En términos económicos, el retroceso de ingresos es del 27,1% anual y los 686,5 millones de yuanes (90,96 millones de euros) están muy lejos del techo alcanzado en 2017, de 1.308,4 millones de yuanes (173,4 millones de euros).
De cuatro grandes países suministradores de vino a China (Chile, Francia, Italia y España), sólo Chile aumenta su facturación, mientras que los demás caen con fuerza, el que más España. Al mismo tiempo Estados Unidos y, a pesar de las tensiones políticas con China, es el que lidera el aumento de su cifra de negocios, con un 23,7%, lo que le refuerza en su quinta posición, aunque a distancia de España, con menos de la mitad de los ingresos de las empresas de nuestro país. En cuanto a volumen, sólo Alemania (sexto exportador al país) y Georgia (séptimo) aumentan sus exportaciones.
China redujo sus importaciones de vino en 2022 un 20,6% en volumen y un 11% en valor, hasta los 337 millones de litros y los 9,693 millones de yuanes. Desde el récord de 2017, las importaciones chinas han caído un 55% en volumen, pasando de 751 a 337 millones de litros. Por segmentos, el año pasado China redujo alrededor del 25% el volumen importado de vino envasado, espumoso y en bag-in-box, con caída más suave para el granel (-12%), único que creció en valor (+10%)
Si (
No(
